Expectación por dos pedazos de hielo. Colocados junto a un mapa a escala y orográfico de la isla cubierto con plastilina. Vierten agua caliente de unos termos sobre el agua congelada, el hielo derrite y buena parte de la isla se queda sin las playas por las que es conocida en todo el mundo. El mensaje es claro: o la sociedad planetaria se pone las pilas para luchar contra el cambio climático o en 2050 los arenales de Ibiza perderán «entre 8 y 10 metros».

Y eso repitieron en varias ocasiones los convocantes (Amics de la Terra, GEN, Eivissa Anti Petrolífera y Eivissa diu No) de la concentración ´Camí a París, ens movem pel clima´, que ayer por la mañana concentró a cerca de cien personas en el paseo de ses Figueretes. Una movilización que se repitió en «todo el mundo» para reclamar a los gobiernos que adopten «acuerdos vinculantes» en la cumbre COP21 que comienza mañana en París, según explicó Hazel Morgan, presidenta de Amics de la Terra. Morgan criticó que en Ibiza «no se está haciendo lo suficiente» por el medio ambiente y recordó a las instituciones que antes de las pasadas elecciones les hicieron una serie de propuestas de las que no han sabido nada más. Ayer, aprovecharon para recoger firmas para exigir que los edificios públicos únicamente usen energías renovables.

Marià Marí, del GEN, reconoció sentirse «decepcionado» por las actuaciones en Ibiza en los cinco meses de esta legislatura, en los que aseguró que se han dado «pasos atrás» en las políticas referentes al agua. «En cuanto a la política territorial aún es pronto para hablar con rotundidad, pero no van por dónde deberían ir», indicó Marí, que señaló que hay que «dar un toque» a los partidos «más conocidos», pero, sobretodo, «a los nuevos, que dicen que van a hacer políticas diferentes y ahora se ven arrastrados por los mayoritarios». Precisamente de esos partidos a los que se refería el portavoz del GEN había una nutrida representación en la concentración. Marí hizo mucho hincapié en la necesidad de que la sociedad de la isla se implique para obligar a las instituciones a cambiar sus políticas: «Sin presión social no podemos pedir a un partido que haga algo». Marí denunció que no se está «haciendo nada» en Ibiza y alertó, mientras integrantes de las asociaciones convocantes se preparaban para leer el manifiesto, de que si no se adoptan medidas, problemas como el del agua, la salinización de los acuíferos y la desaparición de especies «aumentarán».

«El cambio climático es ya una realidad, y no existen dudas sobre sus efectos ni sobre nuestra responsabilidad en él». Así comenzó Juanjo Torres, responsable de energía de Amics de la Terra, la lectura del manifiesto, que denunció unos hábitos de producción y consumo «insostenibles» y un modelo económico basado «en el despilfarro de recursos naturales». El texto alertó de los efectos del cambio climático que ya sufren algunos países -«inundaciones inéditas, sequías prolongadas, huracanes con cada vez más intensidad...»- y de que las islas «son especialmente vulnerables ante la subida del nivel del mar».

«Ningún país ha cumplido el anterior tratado, el protocolo de Kioto. No han reaccionado con la seriedad que la situación requiere. Nuestro modelo económico y de consumo nos ha empujado a un precipicio de difícil retorno y los líderes mundiales siguen sin querer escuchar las voces de alarma», continuó la lectura, en la que acusó a los gobernantes de «dejarse guiar por las grandes empresas petroleras y eléctricas las y las entidades financieras y bancarias, cuyos beneficios correrían peligro si se decidiera un cambio de rumbo». «Tenemos un mensaje para nuestros gobiernos: ¡Energías cien por cien limpias ya!», concluyó el manifiesto, tras lo que los asistentes aplaudieron.