­El Consell de Ibiza está buscando viviendas en las que alojar a las mujeres víctimas de malos tratos que han pasado por los pisos de acogida y que quieren recuperar su vida, según explicó ayer por la mañana la consellera insular de Bienestar Social, Lydia Jurado. «Es lo que nos demandan desde la Oficina de la Dona», apuntó Judith Romero, directora insular de Igualdad, justo después de montar en Vara de Rey las mesas informativas sobre malos tratos, una de las actividades organizadas con motivo de Día Mundial contra la Violencia Machista, que se conmemoraba ayer.

«El alquiler está muy difícil en Ibiza para todos, mucho más para estas mujeres. Maltratadas, algunas de ellas con empleos precarios y que no están empoderadas para asumir una responsabilidad de vida. Y encima los alquileres son altos y no se pueden ir de los pisos», añadió Romero, que señaló que se creará un servicio «puente» entre las viviendas protegidas y la vida «normalizada». Jurado explicó que el Consell de Ibiza se ha puesto en contacto con el Institut Balear de la Vivenda (Ibavi) y los bancos para ver cómo poner en marcha este proyecto. «Aquí hay una problemática muy grave con la vivienda», insistió la consellera.

En esta situación, con ganas y fuerzas para recuperar su vida pero sin poder salir de los pisos de acogida se encuentra una de las mujeres atendidas por malos tratos en la Oficina de la Dona. Lleva ya siete meses en una de estas viviendas protegidas a pesar de que ya está lo suficientemente fuerte y cuenta con algo ahorrado para abandonarla.

Romero aprovechó la jornada informativa para alertar del incremento de casos de violencia de género en parejas cada vez más jóvenes y señaló que todas las actuaciones educativas y de prevención «no sirven de nada» si las familias no se implican. De hecho, llegar a ellas es el objetivo del «plan de choque integral» destinado a los escolares que pondrá en marcha el Consell de Ibiza y que incluirá escuelas de padres.

«Nos matan por ser mujeres»

«Es una pena que tenga que existir un día internacional contra la violencia machista cuando que te traten con igualdad es un derecho fundamental», apuntó Roser Alenyar, responsable del Casal de Dones, que lucía una de las camisetas que podían encontrarse en las mesas informativas: una Tanit con mariposas en el pelo bajo la que se leía ´Stop violència contra les dones´. «Nos matan sólo por ser mujeres», insistió Alenyar, que señaló que todos, instituciones, asociaciones y personas debe poner su «granito de arena» para luchar contra la violencia de género. «La violencia machista estaba escondida, era algo privado, pero te das cuenta de que le pasa a todo el mundo», añadió. «Lo que más preocupa es que cada vez las víctimas son más jóvenes. Hay que reaccionar. La gente debe reaccionar», concluyó Alenyar, que ofrecía lazos violetas a todo el que se acercaba a las mesas informativas.

Lidiando para que el viento no hiciera volar folletos y carteles pasaron la mañana varias integrantes de la asociación Mujeres Anónimas que Aman Demasiado. Su presidenta, Susana Ripoll, explicó que las mujeres que sufren malos tratos «actúan en base a un patrón de comportamiento establecido años atrás, desde la infancia» y recalcó que el objetivo de la asociación es «ayudar a detectar este patrón, su origen y a desarrollar las herramientas necesarias para encaminar su vida». Ripoll destacó que lo más importante para salir de la violencia es que la mujer se dé cuenta de lo que le está ocurriendo y tome la decisión de «asumir la responsabilidad» de llevar su vida. Además, hizo un llamamiento no ya a la prevención sino a la «autoprevención para evitar que las mujeres lleguen a esa situación, a ponerse en riesgo, y que se vuelvan a involucrarse en otra relación tóxica».