Dicen que ver un arcoíris doble es presagio de buena suerte y el autor de la imagen la tuvo por partida doble. Además de ser testigo del fenómeno no tan habitual, lo captó, el domingo por la mañana con la gran mole de es Vedrà como fondo, aunque tanta suerte tiene explicación: el autor vive en Cala Llentrisca y esta es la postal de su balcón.