Durante el pasado fin de semana las carreteras de Ibiza rememoraron viejos tiempos. Acostumbradas a los potentes y enormes neumáticos de los lujosos todoterrenos y otros vehículos pesados, el asfalto ibicenco soportó este fin de semana ruedas mucho más ligeras. Son los neumáticos de 66 vehículos de época, tanto de Ibiza como de Mallorca, Menorca, Barcelona y Zaragoza, que recorrieron una buena parte de la isla en la VIII Trobada Balear de Cotxes Clássics, que este año se celebró en la isla. Lurdes Juan, del Classic Automóvil Club Ibiza, organizadora del evento, explicó ayer que el encuentro se celebra un año en cada isla y que esta es la tercera vez que se hace en Ibiza, donde comenzó.

Participaron cinco grupos, tres de Mallorca, uno de Menorca y otro de Barcelona, a los que hay sumar 20 participantes de Ibiza y uno que llegó de Zaragoza.

La caravana de coches clásicos recorrió algunas de las carreteras más hermosas de la isla, como la que une Sant Carles con sa Cala de Sant Vicent, las de es Cubells o las de Sant Mateu y Santa Agnès. También visitaron Santa Gertrudis y Cala Llonga, para acabar ayer, a la hora de comer, en el paseo marítimo de Santa Eulària, donde quedaron estacionados en exposición mientras sus propietarios comían en un restaurante de la zona.

De la década de 1920

Residentes y turistas admiraron estos vehículos de época, algunos de ellos de la década 1920, que todavía hoy permanecerán el paseo de Santa Eulària, aunque no todos ellos, que ya habrán regresado a sus ciudades de origen. Algunos de los que disfrutaron de la exposición lo pudieron hacer desde la propia playa, ya que muchos de los coches estaban aparcados justo al lado.

El más antiguo de todos los coches en un descapotable de color beige y granate muy bien conservado del año 1922, en concreto un Donnet-Zedel de fabricación francesa aún con su matrícula original, LU-757. No era el único vehículo de este tipo, aún con ruedas de radios, pero sí el más antiguo de toda la colección.

Este vehículo llegó de la Ciudad Condal. Pertenece al club Amigos de los Coches Veteranos de Barcelona, fundado en 1961, que según el propietario del Donnet-Zedel, Carlos Calcina, es el más antiguo de España. Calcina es descendiente de los fundadores del club: «Esto es una pasión familiar, ya son varias generaciones».

No todos los vehículos que participaron en el encuentro son antiguos. Algunos apenas tienen 25 años, como «algún Seat Panda o Samba que aún están en perfectas condiciones de uso», destacó Lurdes Juan.