La playa de Talamanca permaneció ayer cerrada al baño después de que el viernes el mal tiempo volviera a soltar una de las bridas del emisario de aguas fecales de la depuradora de Ibiza. Esto provocó un nuevo vertido en la playa, que debe tener la bandera roja izada hasta que no estén listos los análisis sobre la calidad del agua, que tardan 48 horas.

Se la circunstancia de que es la tercera vez en poco más de un mes que se produce este problema en la playa, ya que también el 31 de agosto y el 8 de septiembre se produjo el mismo accidente a raíz del temporal y se soltó la misma junta. Pese a que esta pieza se arregla, cada vez que hace mal tiempo se suelta, por lo que la conselleria de Medio Ambiente ya ha pedido en la Península una nueva, que se debe fabricar especialmente y que no se sabe cuándo puede estar lista.

Fuentes del Ayuntamiento de Ibiza explicaron ayer que en las próximas horas podrían estar listos los análisis que podrían permitir abrir de nuevo la playa al baño.

El aviso del vertido lo dio la barca del Govern que se encarga de vigilar que ningún barco entra en la zona balizada que protege el emisario, un servicio que se puso en marcha este verano para evitar que los barcos tiren sus anclas sobre la tubería y la rompan provocando vertidos, algo que ha ocasionado muchos problemas en años anteriores.