Catorce mujeres de entre 18 y 60 años participaron ayer en una formación práctica en el polideportivo de Can Guerxo en la que aprendieron técnicas para defenderse de posibles agresiones y escapar.

«Está siendo muy interesante y me servirá para defenderme», comentó, entre patada y patada, Vanessa, una de las participantes. Esta joven, sobrina de la directora de la Oficina de la Dona, se lamentó de que no hubiesen participado más mujeres.

Por la mañana se celebró otra acción formativa dirigida a profesionales. Uno de ellos, un guardia civil que se encargó de la organización, también echó en falta más participación. «Muchos compañeros están trabajando, es el fin de semana de los cierres», explicó Mario.

Este curso, que se celebra por primera vez en Ibiza, es una iniciativa conjunta de la Asociación Española de la Guardia Civil, la Confederación Española de la Policía y el sindicato CSIF, con la colaboración de Policías Sin Fronteras.

Julio y Pili, fundadores de Krav Maga Evolution, y otros dos monitores, Carlos y Rosa, mostraron sus técnicas de defensa sobre el tatami y participaron de forma activa con las asistentes, que se lo pasaron en grande y sudaron la gota gorda.

«¡Quiero oíros, en Valencia gritan más!», arengó Pili, mientras sus compañeros pedían respuestas y exigían el máximo de las mujeres. El objetivo no es enseñar a pelear, sino transmitir unos conceptos básicos para que puedan defenderse de una posible agresión y escapar. No buscan que aprendan a mantener un enfrentamiento en el que tienen todas las de perder.

Ningún ánimo de lucro

Las mujeres pusieron en práctica técnicas de lucha cuerpo a cuerpo, aprendieron a pegar patadas y puñetazos y corrigieron algunas posturas erróneas. «Está dirigido a ellas porque hay mucha alarma sobre la violencia de género», apuntó Mario, que también participó en las técnicas y ayudó a las participantes. «No hay ningún ánimo de lucro, es una iniciativa conjunta entre los sindicatos de la Policía Nacional, la Guardia Civil y el CSIF», destacó. El agente recordó que los monitores de Krav Maga también han colaborado desinteresadamente. A pesar de que las asistentes pagaron cinco euros cada una, esta pequeña cantidad se utilizará para cubrir algunos de los gastos.

Los formadores explicaron que imparten formaciones parecidas por toda España pero que es la primera vez que vienen a la isla.