Una notaría de la ciudad de Ibiza formalizó en la mañana de ayer el primer divorcio que se realiza en la isla en estos despachos profesionales después de que el pasado 2 de julio entrara en vigor la Ley de Jurisdicción Voluntaria que permite que, en determinadas circunstancias, no sea necesario ir al juzgado para deshacer el matrimonio, según informó a este diario la letrada que asistió a la pareja, Patricia de las Heras.

De las Heras explicó que para llevar a cabo un divorcio en una notaría deben cumplirse tres requisitos: que sea de mutuo acuerdo, que el matrimonio no tenga hijos menores de edad o con alguna discapacidad -ya que en su caso y para defender el interés de los mismos debe intervenir la Fiscalía- y que las partes estén acompañadas de un letrado -puede ser el mismo para ambos- que les asista.

En estos casos, se aporta a la notaría el convenio regulador sobre las medidas acordadas por la pareja y allí se hace una escritura que firman los cónyuges.

A continuación, esto se remite al Registro Civil para que conste el divorcio como tal.