­El Govern balear aprobará este viernes 18 de septiembre en Consell de Govern el decreto ley de sequía de Ibiza, que establece una serie de «medidas urgentes y excepcionales» para paliar sus efectos. La presidenta del Govern, Francina Armengol, y el conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, visitan hoy la isla para acabar de cerrar los últimos flecos del texto con el presidente del Consell de Ibiza, Vicent Torres, y el conseller insular de Medio Ambiente, Miguel Vericad.

Según informó ayer la conselleria de Medio Ambiente, entre otras medidas, los ayuntamientos deberán «elaborar y presentar ante la Administración hidráulica estudios de detección de escapes en sus redes en un plazo máximo de 45 después de la entrada en vigor del decreto».

En caso de que las fugas sean superiores al 25% los municipios deberán llevar a cabo un «plan de actuación» que tiene que validar la dirección general de Recursos Hídricos y habilitar el presidente de la junta de gobierno de la Administración Hidráulica. Además, las obras necesarias para los cambios de uso se considerarán de «utilidad pública y de necesidad urgente».

Como ya había anunciado el Govern previamente, con este decreto quedará suspendida la tramitación y apertura de nuevos pozos de agua en la isla. Además, se reducirá en un 15% el volumen de extracciones y en un 10% aquellas que afecten a la actividad agraria. El suministro a las poblaciones «no sufrirá restricciones». La norma también recoge la suspensión de la tramitación y del otorgamiento de nuevas autorizaciones y concesiones de uso. Asimismo, se obliga a los suministradores, incluidos los de venta en camiones, a utilizar agua desalada en temporada baja.

Hasta el final de la sequía

El período de aplicación y vigencia de este decreto ley se extenderá hasta que se haya superado el período de sequía. Según la conselleria de Medio Ambiente, se habrá superado esta fase cuando las reservas de agua «presenten valores de situación estable durante seis meses consecutivos», tal y como establece el Plan Hidrológico de Balears.

El Govern recordó que la isla de Ibiza presenta una situación «crítica» en cuanto a las reservas de agua, a consecuencia de dos factores: la falta continuada de precipitaciones y la sobreexplotación de los acuíferos. «Esto comporta que mientras no se normalice el régimen de precipitaciones y no se busquen fuentes de suministro de agua alternativas no naturales, no se puede garantizar que se pueda atender la demanda de agua», recordaron desde el Govern.

La conselleria explica que, según los índices publicados, la «situación hidrológica de Ibiza es de alerta de sequía».

El decreto tiene como finalidad «controlar el máximo posible la disposición y el uso del agua» y, como objetivo final, recuperar las «masas de agua». «Esto obliga, por una parte, a adoptar medidas temporales que permitan un incremento del agua disponible hasta que los niveles de reserva mejoren, y por otra, a adoptar las medidas administrativas necesarias que permitan corregir esta situación mediante la limitación y la restricción de los aprovechamientos», aseguró el Govern.