­Han cambiado los representantes de las instituciones, pero el Ayuntamiento de Ibiza y la Autoridad Portuaria de Balears (APB) siguen sin ponerse de acuerdo sobre si en el Martillo debe haber una plaza pública (opción defendida por el Ayuntamiento) o un edificio portuario (la apuesta de la APB). Tras hora y media de reunión, el nuevo presidente de la Autoritat Portuària de Balears, Joan Gual de Torrella, y el alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, aseguraron que estudiarán opciones alternativas para «desenrocar» la situación.

Gual indicó que es «incuestionable que la plaza pública tiene que existir» y no pondrán «pegas». Preguntado entonces por si el edificio tendrá menores dimensiones respondió: «Son opciones, pero no hemos concretado». Igual de poco concreto se mostró el alcalde de Ibiza, que aseguró que están en «disposición de entender la postura de la APB», aunque recordó que tienen un acuerdo del pleno de la institución que pide una plaza pública para esta zona del puerto. «Hay que llegar a un entendimiento, estamos en disposición de estudiar las diferentes posibilidades», explicó Ruiz, que indicó que intentarán ayudar y poner a disposición «infraestructuras que puedan complementar», aunque no especificó a qué se refería. «No podemos decir no y no, tenemos que aportar soluciones entre todos», agregó el alcalde, que remarcó que ahora tienen dos meses para decidir qué se hará porque las obras se reiniciarán en noviembre. «Tiene que haber una vía conjunta, esto está enrocado y hay que desenrocar», insistió el primer edil. Preguntado por si Vila aceptará un edificio, indicó que si el Ayuntamiento se niega a una construcción tendrá que «ofrecer otras opciones». «En este mes y medio o dos meses estudiaremos alternativas», añadió Ruiz, que no aclaró qué es lo que se están planteando.

Gual indicó que para ello tendrán que tener una «visión conjunta a largo plazo», porque si se «decide por trozos el resultado final será incoherente». En este sentido, habló de que habrá que estudiar las necesidades del tráfico de mercancías, los cruceros y la náutica de recreo y «ponerlo en común», porque además los acuerdos tienen que tener «respuestas técnicas».

En la reunión también se acordó que las obras para reabrir los aliviaderos de aguas fecales del puerto, que se anularon en las obras de mejora de la fachada marítima, comenzarán hoy porque ya está la tramitación lista. Gual no supo desglosar el coste, pero aseguró que tiene «un valor mínimo». Se tardará más o menos dos días por cada aliviadero (son tres).

Gual indicó que el objetivo de la reunión era «establecer una relación de cordialidad» y que el objetivo «se ha conseguido», porque «el puerto está integrado en la ciudad» y «no hay que hacer compartimentos estancos». Ruiz confió en que se superen las «discrepancias del pasado» y recordó que es «el puerto es de la ciudad y no la ciudad del puerto».

Ambos dirigentes quedaron en marcar un calendario con un tiempo de análisis, otro de proyectos y otro de ejecución. «Los cuatro años se pasan volando y no queremos que pasen en balde», añadió Gual.