Los vecinos del edificio Transat, de 115 viviendas y que está situado en el paseo Juan Carlos I de Vila, aseguran estar «cansados» de cursar denuncias telefónicas por ruidos al Ayuntamiento. Denuncian que la situación es «mucho peor» que el año pasado y que la zona se ha convertido en «la selva», en «una prolongación de Platja d´en Bossa» o en «una especie de Eurovegas».

El presidente de la comunidad de vecinos, Zenón Helguera, explica que la situación es «insoportable» tanto a nivel de tráfico como de ruido y que incluso se producen altercados con «navajazos». Ahora harán una denuncia conjunta ante el Ayuntamiento, a la que también quieren sumar otros edificios de la zona, después de que los vecinos individualmente ya hayan formulado innumerables quejas ante el Consistorio sin éxito. Si no funciona, se plantean acudir a los Juzgados.

Una denuncia por escrito ante el Ayuntamiento de un vecino dice que los locales «actúan impunemente ante la, al menos aparente, pasividad y/o complicidad» del Consistorio. Este ciudadano, que asegura que ya ha formulado siete denuncias telefónicas ante la Policía Local, lamenta «la flagrante y evidente situación de ilegalidad» con la que actúan los establecimientos en «un área residencial».

Por ejemplo, el Cipriani emite música al exterior «con potencia creciente conforme avanza la noche» algunos días hasta las tres de la mañana, lo que «impide descansar, dormir, leer o ver la televisión». Según relata, la Policía Local aparece y cesa la música, pero al día siguiente vuelve a sonar. Otros locales, como el Gojito, no emiten música pero sí tienen grupos de clientes de 30 o 40 personas sentados en el exterior «a modo de botellón», con «gritos» y «rotura de cristales». Denuncia que algunos de estos grupos les han llegado a decir «que se jodan los vecinos» o les han increpado directamente.

Los vecinos también lamentan los problemas de tráfico, ya que locales como Heart o Cipriani no tienen aparcamiento propio. Aseguran que se juntan numerosos coches de gran cilindrada y furgonetas VIP con chófer que aparcan en doble fila. Incluso, según el presidente de los vecinos, se han dado casos en que los aparcacoches retiran motos o vehículos pequeños y los dejan en mitad de la calle para que puedan aparcar coches de clientes y luego llaman a la grúa. Asimismo, denuncian que se han abierto nuevos locales que ponen música y que no saben «si tienen licencia».