­La banda de butroneros que el lunes por la noche fue desarticulada en Talamanca, cuando una patrullera de la Guardia Civil abordó la lancha de alquiler en la que los cinco presuntos delincuentes regresaban de cometer supuestamente tres asaltos en Mallorca, es sospechosa de al menos 29 robos, aunque podrían ser más, y ha logrado un botín de más de un millón de euros, según revelaron ayer la Policía Nacional y la Guardia Civil en una nota conjunta. Agentes de ambos cuerpos han trabajado coordinadamente en esta operación, que comenzó hace ya «muchos meses».

Por el momento, a los ocho detenidos (cinco en la lancha, dos en Vila y uno más en Mallorca) se les atribuyen un total de 29 robos con fuerza cometidos en Balears, la mayor parte en Ibiza.

Según la Policía Nacional y la Guardia Civil, los miembros de la red tienen una conocida empresa legal dedicada a la seguridad y revisiones de extintores, si bien su principal responsable y gerente, José C., detenido y puesto en libertad con cargos, aseguró ayer que la actividad de este negocio nada tiene que ver con los robos de los que están acusados sus dos hijos, Cristian y Jonathan C. V., a quienes los investigadores consideran los cabecillas del grupo y que el jueves fueron enviados a prisión.

Según los investigadores, «a través de esta empresa [Pitiusas de Seguridad] los miembros de la banda aprovechaban las revisiones que efectuaban a otras empresas con el objeto de obtener la información necesaria para cometer los robos», algo que niega su gerente. La organización, dirigida por los dos hermanos, estaba perfectamente estructurada y cada miembro asumía el papel necesario para lograr la información, los vehículos y acometer el asalto al local, principalmente hoteles, restaurantes, discotecas y compañías de alquiler de coches.

Igualmente, utilizaban documentación falsa para hacerse pasar por operarios de empresas de telefonía y suministradores de internet, simular revisiones para mejorar la cobertura de la red de las empresas que iban a robar y estudiar así los sistemas de seguridad de dichas compañías, afirman los dos cuerpos policiales que han intervenido en la operación. Posteriormente, desactivaban las alarmas, accedían a los locales mediante butrones y forzaban las cajas fuertes con temperaturas de 4.000 °C mediante ´oxicorte´.

Los agentes han registrado cinco pisos y locales en los que se han incautado de 150.000 euros, herramientas usadas para cometer los robos, vestuario, útiles de enmascaramiento y sustancias estupefacientes. En el registro de la sede de la empresa en Vila, también encontraron proyectiles de artillería de la Guerra Civil de los que se hicieron cargo especialistas para su análisis y destrucción.

El abordaje de la lancha ´Cinderella di Mare´ se produjo el lunes sobre las diez de la noche en Talamanca. Cinco personas fueron arrestadas por la Policía Nacional y la Guardia Civil, entre ellas los dos hermanos y el patrón que pilotaba la embarcación. Un helicóptero con agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil persiguió a la embarcación hasta aguas pitiusas, donde fue interceptada. Durante la persecución, los butroneros arrojaron al mar una maleta con 1.200 euros en monedas que después pudo ser recuperada.

Los arrestados huían de Mallorca, donde, presuntamente, robaron en dos cafeterías Capuccino y lo intentaron en una tercera, donde fueron sorprendidos por dos trabajadores, a los que amenazaron con una pistola y rociaron con el gas de un aerosol de defensa personal. En Mallorca fue arrestado otro de los presuntos miembros del grupo.