La conselleria balear de Salud podrá rescindir el contrato con la Unión Temporal de Empresas (UTE) Grupo Asistencial Juaneda para prestar el servicio de radioterapia si éste no comienza a atender pacientes antes de que acabe el año, según asegura Lluís Cros, integrante del Movimiento Pitiuso Pro Radioterapia, que les indicó el director del Ib-Salut, Juli Fuster, en una reunión celebrada el pasado viernes. Así lo confirma también el gerente de la UTE y director general de Policlínica Miramar, Fernando Barturen, quien, sin embargo, garantiza que esto «no pasará»: «Se están cumpliendo los plazos y estará listo en diciembre».

La intención del nuevo Ejecutivo balear era rescindir el contrato con la adjudicataria del servicio para que éste fuera público. Sin embargo, la presidenta balear, Francina Armengol, lamentó poco después de ocupar su cargo que será «muy difícil» porque el anterior equipo de gobierno había dejado el acuerdo «muy cerrado».

Cros asegura que en el encuentro del pasado jueves, tras visitar el búnker, Fuster les confesó que creía «imposible» que Juaneda cumpliera los plazos. «Nos dijo que ve muy difícil suspender la adjudicación a Juaneda por interés público ya que hay otros convenios de otros servicios. La única posibilidad para que se revoque la adjudicación sería por incumplimiento de plazos por parte de la clínica», afirma Cros.

Barturen explicó ayer que a principios de septiembre comenzarán las obras para acondicionar el espacio (consultas para los radioterapeutas, un despacho para el físico que diseña los tratamientos, vestuarios para los pacientes y sala de espera).

Cuatro meses de retraso

Además, señaló que la máquina se está construyendo ya en Estados Unidos y que estará lista para las calibraciones «entre finales de octubre y principios de noviembre». El gerente de la UTE detalló que para obtener los permisos del Consejo Nacional de Seguridad Nuclear se tienen que hacer dos mediciones en el búnker: «Una antes de instalar el aparato y otra, después». Fernando Barturen señaló que agosto «no es un buen mes» ni para trámites -«por las vacaciones»-, ni para comenzar obras -«porque en Ibiza no encuentras dónde alojar al personal»-, e insistió: «Desde que arrancamos estamos cumpliendo los plazos». A pesar de esto, el servicio debería haber entrado ya en funcionamiento. El Govern adjudicó el servicio a finales de febrero y el plazo de ejecución era de seis meses, por lo que en diciembre acumulará cuatro meses de retraso.

El director del Ib-Salut no quiso ayer hacer comentario alguno sobre este tema. El portavoz del Movimiento Pitiuso Pro Radioterapia pidió explicaciones a Fuster en la reunión por el estado del búnker. «Los técnicos del Ib-Salut dan por buena la construcción, no lo entiendo. De todos es sabido que cuando se produjo la inundación de la central energética el búnker se inundó por la filtración de agua del subsuelo», insiste. Cros considera que es «imposible» que Juaneda cumpla los plazos previstos: «El búnker no está en condiciones, tiene que pasar las inspecciones técnicas, se tiene que reformar, se han de hacer instalaciones de agua y de luz, el tabicado, la instalación informática, contratar al personal e instalar el acelerador y el TAC de simulación».

De la misma manera, la agrupación preguntó a Fuster por la compra de la maquinaria y, cuando éste les señaló que Juaneda ya tenía el «compromiso de compra» de los dos aparatos, le recordaron que eso «no es lo mismo» que haber adquirido ya el acelerador y el TAC. «Es imposible que Juaneda pueda cumplir los plazos», reitera.