Joan Tardà, diputado de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en el Congreso, hizo escala el pasado domingo en Eivissa para participar en una cena-tertulia con los miembros del partido en las Pitiüses. Durante la entrevista no usa en ningún momento la palabra «plebiscitaria» para referirse a las elecciones autonómicas del 27-S.

„¿Cómo encajarían las Pitiüses en una hipotética Cataluña independiente?

„Estamos en una fase en la cual es posible una república catalana porque creemos que existe una mayoría de ciudadanos que optarían democráticamente por la independencia. Pero la realidad del País Valencià, de las Illes Balears y del caso concreto de Eivissa es, sin embargo, muy diferente. La independencia de otros territorios, de lo que denominamos Països Catalans, dependerá de la voluntad de las personas que vivan en ellos. En principio no tenemos por qué relacionar la independencia de Cataluña con la hipotética independencia de otros lugares.

„Aquí, de hecho, no tienen mucho apoyo. El sábado 8 de agosto apenas 20 personas participaron en el acto de ERC junto al monumento de Guillem de Montgrí.

„Es evidente que la situación en estos momentos en Cataluña es muy diferente a la que se vive en Eivissa. Pero una hipotética independencia de Cataluña podría actuar como catalizador de otros procesos parecidos en Balears o en el País Valencià. Las relaciones políticas y económicas tendrían otra dimensión, por ejemplo en Valencia, donde hay un evidente déficit en infraestructuras, como sucede con el denominado corredor del Mediterráneo ferroviario. Barcelona, capital de una hipotética república catalana, podría convertirse en un gran hub (centro de distribución) logístico que tendría, inevitablemente, repercusiones de carácter económico en Balears y Valencia. La independencia aceleraría las relaciones sociales, económicas y culturales.

„Y se podría ya ver TV3 o Canal 33 sin cortapisas políticas.

„Seguro que para la salud de la lengua catalana de los ibicencos sería bueno que el catalán fuera reconocido internacionalmente tras la independencia de Cataluña.

„Parece mentira que un diputado no pueda aún hablar en catalán en la Cámara baja.

„Es una gran oportunidad perdida. En el año 2005 ya le dijimos a [José Luis Rodríguez] Zapatero que el Congreso es un gran escaparate, un gran plató de televisión y que si convertíamos en normal que se hablara en él en catalán, euskera y gallego, en 15 años los niños andaluces, castellanos y gallegos que entonces tenían 10 años habrían crecido en la normalidad del plurilingüismo asociado a cultura y modernidad. Era la gran oportunidad para normalizar y que todos sintieran como suya cualquiera de las cuatro lenguas del Estado. Zapatero, teóricamente, lo comprendía, pero cuando lo teníamos ya casi pactado se echó atrás. No se atrevió. Que hoy en día no se pueda hablar con normalidad en el Congreso es un ejemplo de la incapacidad del sistema político español de aceptar la realidad.

„Y tiraron la toalla.

„Por entonces considerábamos posible dar el paso del Estado autonómico al Estado federal junto al PSOE de Zapatero. Lo intentamos del 2004 al 2006, pero tras ver cómo no eran capaces de aceptar el Estatut d´Autonomia decidimos que nunca más lo intentaríamos. Y nunca más lo vamos a intentar. Vamos directos a la independencia. Si lo conseguimos, bien; si no, será porque los ciudadanos de Cataluña no lo quieren.

„Lluís Rabell, de Sí es pot, les acaba de poner delante del espejo al ofrecerles crear una mayoría de izquierdas tras el 27-S. Les da a elegir entre Artur Mas, la derecha, y un frente de izquierdas.

„Tenemos muy claro que lo que queremos es cortar con el statu quo de 1978. Lo que queremos es un proceso constituyente. Una ruptura. Una ruptura democrática. A la catalana, eh. Pacífica, cívica. Queremos que haya un Parlament con una mayoría suficiente como para iniciar un proceso constituyente, la elaboración de una Constitución que al final del proceso, que no ha de durar más de 18 meses, se apruebe y se someta a referéndum. Se trata de dar la voz al pueblo. Después, la república catalana será más o menos de izquierdas.

„¿Pero hasta entonces no les interesa que haya un bloque de izquierdas?

„Ahora estamos en la fase de acumular fuerzas. Por primera vez, las fuerzas que habían apostado por la autonomía, el Estado monárquico y la Constitución de 1978 se cuestionan el statu quo. Ahora, de lo que se trata es de conseguir un Parlament que haga posible iniciar el proceso constituyente. Nos interesa que la correlación de fuerzas de izquierdas sea la mayor posible en el momento de redactar al Constitución, pero ahora no estamos en esa fase. Internacionalmente, tenemos muy claro que si no hay un mandato democrático, nadie nos reconocerá.

„Colocan a Artur Mas en el número 4 de la lista unitaria. ¿Será el presidente en caso de que logren la mayoría el 27-S?

„Sí. ERC defenderá un gobierno de máxima concentración. En ese gobierno habrá republicanos, gente menos de izquierdas o más de izquierdas, empresarios, sindicalistas... con Mas de presidente.

„Una especie de gobierno de concentración nacional.

„Efectivamente. Si en 18 meses queremos poner las paredes maestras del nuevo Estado, hemos de conseguir que haya mucha participación popular en el diseño de cómo queremos que sea. Y no podemos pedir esa gran participación si no somos capaces de dar ejemplo. La mejor manera de darlo es ese gobierno de máxima concentración. Así es como normalmente se han desarrollado todos los procesos pacíficos hacia la independencia.

„«El político que dé la espalda al pueblo catalán lo pagará», dijo usted. Suena a mobbing político. Hay quienes alertan de que durante el proceso también se ha dado el mobbing social e incluso cultural en Cataluña. ¿Quien en su ámbito particular no participe en el proceso también lo pagará?

„No solo no lo pagará, sino que eso no existe. Eso forma parte de la propaganda [contra el independentismo], lo entiendo perfectamente, sé quién lo dice y por qué lo dicen. Es más, en las próximas semanas irá in crescendo, exponencialmente. Durante muchos años, los independentistas hemos estado señalados y no pasaba nada. Sé que los servicios de inteligencia y también algunos medios de comunicación, intelectuales y tertulianos querrían que todo se desmadrase un poco. De hecho prevemos que de aquí al 27-S habrá provocaciones. Incluso es posible que haya algunas trampas. Si analizamos los movimientos de independencia, incluso los más cívicos y civilizados, siempre hubo intervenciones para provocar. Eso pasará. La gente es muy consciente de que solo podemos ganar si lo hacemos como sabemos, cívica y pacíficamente.

„Varios autores americanos dicen sentirse desplazados por lo que sucede en Cataluña. Santiago Roncagliolo dice que «como todo nacionalismo, el catalán se basa en el convencimiento de su propia superioridad respecto de quienes lo rodean [...] cree que los suyos son más eficientes, modernos y cultos que un andaluz o un gallego, y resume todas esas cualidades en el concepto ´más europeo´. Muchos europeos están convencidos de ser mejores que los demás y ya no reparan en el tufillo xenófobo de considerar su origen como una cualidad». No les deja bien parados.

„Lo leí. Y no solo no estoy de acuerdo sino que lo que dice es falso, absolutamente. Y demuestra una gran ignorancia de Cataluña. El nacionalismo catalán siempre ha sido un movimiento progresista, cívico, pacífico y además hemos sido víctimas de la represión fascista. Esa persona ignora que el 80% de la población catalana es de padres, madres, tíos y abuelos de otras naciones de España. Lo que dice es de una ignorancia supina. Los padres de una buena parte de la dirección de ERC, por ejemplo, no son catalanes. Textos iguales a ese de Roncagliolo ya se escribieron en los años 30.

„El nacionalismo, como todo populismo, siempre necesita mantener la tensión inventando falsos agravios del enemigo exterior, dice el catedrático Francesc Carreras, que les acusa de usar permanentemente un lenguaje de ruptura y confrontación para crear una atmósfera envenenada en Cataluña. ¿También se puede interpretar lo que dice como de ignorancia supina?

„Carreras defiende el unionismo. No cuestiono la legitimidad. Es solo un discurso unionista. Si el nacionalismo catalán tiene posibilidades de ganar es porque no tiene nada que ver con un nacionalismo etnicista ni supremacionista. Habla del patriotismo social. No se trata de cambiar de banderas, pues de las banderas no se come. Se trata de tener soberanía. Queremos un Estado para tener soberanía, lo que nos permitirá cambiar la sociedad y poder construir un país nuevo. Si el nacionalismo catalán fuera de tipo culturalista, no tendría el apoyo que tiene, es evidente.

„¿El 27-S, a qué temen más en ERC, a Podemos o a Ciudadanos?

„En el futuro, en Cataluña tendremos que trabajar mucho conjuntamente con otras fuerzas políticas como las asociadas a Podemos, que estamos convencidos de que participarán en el proceso constituyente. Somos aliados estratégicos para el futuro.