El malestar provocado entre los socios de Govern del Partido Socialista por la contratación de Jordan Thomas, un joven de veinte años sin experiencia contrastada, como asesor técnico de la conselleria de Salud, es palpable. Así, tanto David Abril, portavoz parlamentario de Més, como Alberto Jarabo, líder de Podemos, exigieron el jueves al PSOE que deje de contratar a gente afín al partido como recompensa por los servicios prestados.

Como se recordará, Jordan Thomas, cuya contratación fue publicada en el BOIB el pasado sábado, percibirá por sus labores de asesoramiento a la consellera Patricia Gómez un sueldo anual de 46.283 euros. Desde Salud se aseguró que ha sido fichado para conseguir, a través de las redes sociales, que los mensajes de la conselleria calen más eficazmente entre la juventud. A raíz de la polémica, Jordan Thomas blindó el jueves su cuenta de Twitter para evitar ser seguido por personas que no estuvieran previamente autorizadas a hacerlo.

«De entrada, esta contratación no sigue los mismos criterios que hemos seguido nosotros para escoger a nuestros altos cargos. Jordan Thomas puede que tenga un perfil técnico, pero desde luego no se trata de una contratación estética», matizó David Abril, portavoz de Més, que emplazó al PSOE a romper con este tipo de dinámicas -la de contratar a gente afín al partido- pese al coste interno que eso pueda acarrear.

«Nosotros ya tuvimos un conflicto con la asamblea local al nombrar a una persona por su perfil técnico en Turismo (en alusión a la compañera de Joan Simonet, exalcalde del PP por Alaró, por la que inicialmente se decantó Barceló como secretaria general técnica de Turismo), pero seguimos apostando por estos perfiles porque pensamos que ahora estamos en otro momento político. Desde luego que esta contratación ha sido muy torpe, políticamente hablando», concluyó el portavoz de Més.

Alberto Jarabo, líder de Podemos, mostró en primer lugar su extrañeza por la extrema juventud de Jordan Thomas, «a no ser que se trate de un genio precoz de la talla de Orson Welles», bromeó. Ya más serio, tras preguntarse qué es lo que está pasando, se indignó diciendo que «no puede ser que los partidos políticos se conviertan en empresas de trabajo temporal. No puede ser que los partidos garanticen a los jóvenes un sueldo vitalicio por su fidelidad en lugar de incentivarles a que se formen, y menos aún en una comunidad como ésta, con los índices de fracaso escolar que tiene».

También aludió el líder de Podemos al elevado salario que va a cobrar Thomas para desarrollar un trabajo para el que dudó que esté preparado - «he hablado con la comisión de Salud y habrá una pregunta parlamentaria sobre este tema», adelantó- y, haciéndose una reflexión en voz alta, se preguntó si la juventud del contratado no anticipará una precariedad laboral y una más sustanciosa financiación encubierta del partido con aportaciones de su sueldo.

Pilar Costa, portavoz del PSOE, intentó calmar las aguas recordando que se trata de un cargo de confianza política que se debe de respetar, pidió para Thomas un margen de confianza y reiteró que Salud ha apostado por él para que traslade a los jóvenes mensajes de prevención a través de las redes sociales en un lenguaje menos convencional.

Más beligerante se mostró Marga Prohens, portavoz del PP, para quien estamos ante «una auténtica vergüenza, un nuevo caso de nepotismo y, además, en la misma Conselleria del PSOE. Justificó (la consellera Gómez) la contratación de su pareja (Juli Fuster) diciendo que era el mejor preparado. Ahora ni siquiera podrá esgrimir esta excusa», señaló en referencia a la falta de experiencia profesional y académica de Thomas. «Que rectifiquen porque esto no es ni ética ni estéticamente aceptable. Decían que iba a ser el Govern de los mejores y de la transparencia. Y solo es una falta de respeto. El único merito de Thomas es haber ido de número tres en una lista encabezada por el propio Juli Fuster», zanjó.

Jaume Font, presidente de El Pi, se limitó a emplazar a la «conselleria más potente del Govern» a contratar a personas que «le den las soluciones más eficaces posibles» e instó en primer lugar a cubrir las vacantes de personal sanitario que, a su juicio, están mermando la calidad asistencial.

Por último, Xavier Pericay, líder de Ciudadanos, interpretó que la conselleria de Salud «empezó mal, prosigue mal y acabará peor». Porque el escándalo sigue con el nombramiento de este asesor.