­No hay testigos directos que puedan explicar exactamente qué le ocurrió el domingo pasado en aguas de es Freus a la plusmarquista mundial de apnea Natalia Molchánova, de 53 años de edad, por lo que las circunstancias exactas de su fallecimiento quedarán en el misterio. Pese a todo, este diario se ha puesto en contacto con dos expertos buceadores para conocer su opinión acerca de qué le pudo ocurrir. Sus opiniones difieren absolutamente. Mientras que una piensa que la causa pudo ser una corriente submarina a unos 20 0 25 metros de profundidad que la arrastró, otro opina que, como ocurre en casi todos las muertes de apneístas, fue un síncope hipóxico, es decir, un desvanecimiento ya casi en superficie.

Los hechos son que Natalia Molchánova viajó a las Pitiusas para hacer de instructora de apnea para el magnate ruso Pavel Tyo y algunos amigos suyos. Tyo, uno de los principales socios de la compañía Capital Group´s, tiene casa en Roca Llisa. El domingo fueron a practicar apnea a una zona de es Freus con fondos que oscilan entre los 80 y cien metros, a unas dos millas al norte de la Savina. Tres buceadores se lanzaron al agua junto con su instructora, considerada la mejor buceadora del mundo a pulmón libre. Vestían trajes de neopreno y grandes aletas. Natalia Molchánova, que pesaba 50 kilos, portaba un lastre de seis kilos. Llegaron al punto elegido en el ´Pumpkin´, de 50 metros de eslora. Empezaron las inmersiones hasta que la instructora desapareció. A partir de entonces se emprendió una búsqueda que hasta ahora no ha arrojado resultados.

Opiniones divergentes

Eva Gómez Torres ha sido durante años apneísta de competición e instructora de esta modalidad de buceo en Ibiza y Formentera. Ella considera que el error de los buceadores fue la elección del punto de inmersión, una zona bastante profunda cerca de es Freus. «Es una zona de mar abierto, con mucha profundidad. Ella trabajaría cómoda, a 30 o 40 metros, llevaría un traje fino. Tendrían un cabo vertical para hacer bajadas, disfrutando, no son pruebas de riesgo, pero imagino», apunta la experta, «que en una de esas bajadas se toparía con una fuerte corriente».

«Tal vez no llevaría anyard [un mosquetón de anclaje al cabo], porque, claro, no se trataba de una competición, y en una de las bajadas una fuerte corriente la arrastró», señaló. «La zona de es Freus es sabido de siempre que es un punto malo, a mí ni se me ocurriría ir a nadar a es Freus, porque el mar está tranquilo, pero engaña», señaló la apneísta.

Por su parte, el biólogo y buceador Manu San Félix piensa que lo más probable es que Natalia Molchánova sufriera un síncope hipóxico o blackout, lo que en el argot de los buceadores a pulmón libre se conoce como ´samba´ debido al espasmo que genera.

«En es Freus, por la vertiente de poniente -donde al parecer la rusa y sus alumnos comenzaron los descensos- no hay corrientes, esto es un acuario», describió San Félix. «Podría haber un poco de viento en superficie, pero las condiciones eran excelentes, todo era correcto porque para que una corriente te arrastre tiene que tener una fuerza de 4 o 5 nudos», descartó el biólogo. «Ella [Natalia Molchánova] lleva toda su vida entrenando para evitar los síntomas que nos advierten de que hay que subir a respirar y los desvanecimientos son frecuentes», apuntó el buceador, que insistió en que «el 99 por ciento de los apneístas mueren por el síncope hipóxico, que suele ocurrir cuando se sale a la superficie, es decir, en los últimos metros: bajas, te vas quedando sin oxígeno, a 20 metros la presión es tres veces mayor, la presión engaña al cuerpo y cuando subes, te quedas sin conocimiento».