­Un robot especializado en búsquedas submarinas a gran profundidad se incorporó ayer tarde a las labores de búsqueda y rescate de la mujer de 40 años desaparecida el pasado domingo mientras practicaba submarinismo a pulmón libre.

La mujer, de nacionalidad rusa y que formaba parte de un grupo de cuatro personas que practicaban el domingo por la tarde apnea a unas dos millas náuticas del puerto formenterés de la Savina, no retornó a la superficie tras una de las zambullidas, por lo que el resto del grupo alertó al 112 sobre las cinco de la tarde del domingo.

Según ha podido confirmar este diario, inmediatamente el servicio de Emergencias dio aviso a Salvamento Marítimo, la Guardia Civil y al equipo de socorristas del Consell Insular de Formentera que, por razones de proximidad, fueron los primeros en acudir a la zona del accidente e iniciaron la búsqueda a bordo de su embarcación de rescate. Pasados unos 15 minutos llegó la lancha de Salvamento Marítimo, el equipo GEAS de la Guardia Civil y finalmente, el helicóptero de Salvamento Marítimo con un buzo de rescate a bordo.

La primera fase de la búsqueda finalizó con un resultado negativo sobre las diez de la noche del domingo, cuando las condiciones de luz no permitían continuar. A las 10 de la mañana de ayer, la Guardia Civil con su GEAS retomó la operación pero Salvamento Marítimo no desplazó sus medios de búsqueda en superficie, ya que con la información recabada por los especialistas, era casi seguro que la accidentada, lastrada por el plomo que se utiliza en este deporte, se encontrara inmovilizada a gran profundidad, posiblemente a más de 80 metros, según explicó ayer el coordinador de esa institución, Miguel Chicón.

Así, la Guardia Civil centraba ayer sus esfuerzos en un complicado rastreo hasta los 60 metros de profundidad, el límite permitido por razones técnicas y de seguridad.

Ante estas limitaciones, la familia de la deportista desaparecida decidió ayer contratar los servicios de una empresa radicada en Ibiza y especializada en estas tareas, que por la tarde tenía previsto desplazar a la zona un robot submarino que alcanza unos 480 metros de radio de búsqueda, algo imposible para los buzos humanos, que solo pueden sumergirse a esas profundidades durante breves periodos de tiempo, limitándose a radios de reconocimiento muy cortos.

La búsqueda continuará hoy martes, aunque los especialistas consultados muestran su pesimismo ante el resultado, pues la buceadora, cuya identidad no se ha hecho pública, se encontraba en una zona de es Freus donde se registran grandes profundidades.