El Consell de Ibiza quiere proponer una regulación de los horarios de los establecimientos de ocio para que la normativa sea igual en todos los municipios de la isla. La vicepresidenta segunda del Consell y consellera de Interior, Comercio, Industria y Relaciones Institucionales, Marta Díaz, explicó que la isla «vive del turismo, pero esto se tiene que combinar con el descanso de la población que vive todo el año en Ibiza». Por eso quieren que en el Consell de Alcaldes, órgano que agrupa al presidente del Consell y a los alcaldes de los cinco municipios, se aborde esta cuestión para «consensuar una normativa conjunta en los cinco municipios, liderada desde el Consell».

«Ahora en cada municipio tienen sus ordenanzas, pero lo queremos poner en común porque la gente del mundo del ocio también se lamenta porque hay horarios diferentes», agregó Díaz, que quiere así evitar las «quejas de los vecinos» y poner orden en un asunto que crea todos los veranos mucha controversia. Está previsto que este tema se lleve al primer Consell de Alcaldes de esta legislatura, que todavía no se sabe cuándo se convocará.

Propuesta

Díaz recordó que la regulación de los horarios es una competencia municipal, por lo que desde el Consell solo pueden hacer una propuesta, algo que impulsarán porque reciben «muchas quejas al respecto».

La Asociación Ocio de Ibiza, que agrupa, entre otros, a establecimientos tan importantes como Privilege, Ushuaïa, Blue Marlin, Km5 y DC-10, está conforme con esta idea. Su presidente, José Luis Benítez, explicó que están a favor de todo lo que sea «regular y cumplir las normas».

Recordó que los municipios en los que se dan más problemas son los de Sant Antoni y Sant Josep, seguido de Ibiza. Además de regular los horarios para que no haya diferencias en zonas de ocio que están situadas entre dos municipios, Benítez remarcó que una de las cosas más importantes son los controles para erradicar la oferta ilegal.

«Party boats ha habido toda la vida y no todos son malos y lo mismo ocurre con los beach clubs», remarcó Benítez, que asegura que luego viene gente de fuera y ejerce la misma actividad «sin cumplir la ley» y, a su juicio, esto es lo que más daño hace. «Lo importante es que la normativa que hay se cumpla, el problema es cuando no se hace cumplir», agregó.

Eso sí, consideró «absurdo» que en territorios como, por ejemplo, Cala de Bou puedan haber horarios distintos y que «unos tengan que cerrar la persiana antes que otros». Por eso apeló a un acuerdo en este tema sin tener en cuenta «el color político». En una reunión reciente con el Consell instaron a controlar «algunas party boats o chiringuitos que se comportan como beach clubs sin cumplir la normativa».