«Amar la ecología» es el lema que ha tomado el Palacio de Congresos de Santa Eulària durante todo el fin de semana. ‘Ecoama’ es la primera feria de ‘cultura ecológica y sostenibilidad medioambiental’ que se celebra en la isla. El objetivo que persigue es «conmover y concienciar a la gente» de la importancia o la necesidad de «construir» una Ibiza más ecológica y sostenible. No han sido muchos los curiosos que se han acercado a escuchar iniciativas transformadoras con un objetivo común: la conservación del medio ambiente, aunque la organización del congreso confía en que es solo un «primer paso».

«Bailar en una discoteca es más productivo para el medio ambiente que quedarse en casa», afirma Michel Smits en su ponencia sobre ‘Energy floors’, suelos que convierten el movimiento en energía. «Al principo puede parecer una locura, pero las ideas locas a veces son las que funcionan», añade. Smits no está loco y hace diez años puso en marcha el proyecto en Holanda, su país natal, junto a su socio. Lo han llevado a París, a Madrid, a Brasil y ahora quieren que las famosas discotecas ibicencas se conviertan en ‘clubs sostenibles’. «Se trata de combinar creatividad y técnica», relata Smits para después anunciar que aspira a implantar «suelo sostenible en aeropuertos, estaciones e incluso en la calle».

Generar energía bailando

«Nos encantaría conseguir que las macro discotecas generen su propia energía, para eso estoy aquí», aclara Smits que pretende encontrar patrocinadores y alcanzar un acuerdo con los dueños de los establecimientos. «En Holanda arrancamos hace una década, parece un poco tarde para empezar en Ibiza. Aunque no será un problema», comenta Smits después de presentar sus proyectos de autoabastecimiento de electricidad en los locales de ocio a los asistentes al congreso.

La reutilización de productos, la gestión de residuos, energía sostenible y turismo ecológico son algunas de las cuestiones que se abordan en las conferencias matutinas de la feria de cultura ecológica. «La idea es reutilizar productos, no reciclarlos para evitar que se conviertan en residuos y no comprar cosas nuevas antes de tiempo», señala la coordinadora de la delegación de Ibiza de la Fundación Deixalles, Flor Dell’Agnolo, en su presentación sobre la gestión de residuos y la segunda vida de los productos para dar trabajo a personas en riesgo de exclusión, lo que Dell’Agnolo denomina «un dos por uno». La meta que persiguen este tipo de fundaciones es «dignificar el producto de segunda mano», ya que lo consideran «un éxito para las personas y el medio ambiente», explica la coordinadora de Deixalles.

La gestión de residuos da paso a la energía renovable, en una ponencia de la cooperativa ‘Som energia’.

«En Ibiza se queman alrededor de 8.000 litros de petróleo por hora», advierte Jordi Salewski, de Amics de la Terra. «También se trae gas de la otra punta del planeta y es imprescindible buscar un modelo para generar energía que sea 100% renovable y cuente con participación ciudadana», según afirma Salewski.

Durante todo el día, hay más de 30 puestos de venta de productos ecológicos como jabones, aceite, cerveza y complementos. También stands con información sobre proyectos innovadores como un sistema de tratamiento y ahorro de agua ‘Gem Water’ que dirige Isabel Zaplana. «Reduce la necesidad de fertilizantes en la agricultura y de cloro en las piscinas», destaca Zaplana.

Al caer el sol, la zona lúdica de Ecoama cobra vida. Música en directo de «estilos variados y multiculturales», según subraya la organizadora Cristina Molina. Talleres y actividades para los más pequeños. Además, se pueden degustar «bocados ecológicos», desde productos locales hasta sushi.