La Policía Nacional arrestó el miércoles de la semana pasada a uno de los okupas que residen ilegalmente en un edificio abandonado de es Viver, por patear a varios cachorros y lanzar a uno de los perros de una patada desde el segundo piso hasta la planta baja del solar.

El animal, una perra que tiene entre dos y tres meses, recibió atención en la clínica veterinaria San Jorge, donde le escayolaron la pata trasera izquierda. Después de pasar varios días en el Centro de Recuperación de Animales de Sa Coma fue acogida por una familia, que tiene la intención de adoptarla, informó el Ayuntamiento de Ibiza.

Los hechos ocurrieron el 1 de julio, pero la Policía Nacional ya recibió una llamada el día anterior en la que los vecinos se quejaban de que una persona estaba maltratando perros. Sin embargo, no se pudo demostrar. Al día siguiente sobre las once de la noche una patrulla se desplazó de nuevo hasta el edificio okupado, que está en la esquina de las calles Cosme Vidal Llacer y Jacint Aquenza, enfrente de un parque infantil y muy cerca del centro de salud de es Viver. En este inmueble han ocurrido ya varios sucesos, por lo que la Policía ha intervenido en bastantes ocasiones.

«Es normal que pase, no nos dejan dormir los perros», dijo uno de los okupas, según ha podido saber este diario. Sin embargo, la mayoría reprobó la acción de una de las personas que residen en el segundo piso.

Al parecer, alguien dejó una camada de cachorros en esta planta del edificio, que está a medio construir y lleva años okupado. En verano acuden allí muchas personas sin hogar en busca de un lugar en el que dormir. El hombre, que estaba harto de los ladridos de los perros, entre ocho y diez, comenzó a patearlos y a una le propinó una fuerte patada, por lo que salió volando y acabó en la planta baja, sin poder moverse.

Delito de maltrato animal

Cuando llegaron los agentes y escucharon las explicaciones de los okupas y vecinos, arrestaron al hombre, que pasó ayer a disposición judicial acusado de la presunta comisión de un delito de maltrato animal. Se desconoce si quedó en libertad y qué medidas se adoptaron sobre el detenido.

Mientras tanto, llevaron a la perra a la clínica veterinaria de Sant Jordi. Arancha Ortega, la encargada, explicó que el animal tiene entre dos y tres meses y que desconocen su nombre. La ingresaron, le hicieron radiografías y comprobaron que tenía una fractura en una pata, por lo que la escayolaron. La semana que viene la familia de acogida tendrá que llevarla de nuevo a la clínica, puesto que está citada para una revisión, informó Ortega.

«El cachorro lleva ya dos días con sus nuevos dueños, está muy tranquilo y no para de jugar», comentó una portavoz del Consistorio, después de hablar con la familia de acogida.