La Feria Ibiza Medieval se confirma en su XVI edición como un gran mercado de todo tipo de productos cuajado de actuaciones musicales, exhibiciones de cetrería, pasacalles y teatro. Aunque el comentario generalizado es que hay menos puestos y que la decoración es más escasa y menos lucida que otros años, las paradas de comida y artesanía siguen llenando, al menos, las calles principales de Dalt Vila.

Jabones, piedras, especias, velas, joyas, artesanía en cuero y madera dan paso a puestos donde la comida es la gran protagonista: el que promete un jamón asado al horno durante siete horas, los que pescan encurtidos en grandes tinajas, los que preparan costillares dignos de Obélix en grandes parrillas y los que hacen su agosto cada año vendiendo embutidos catalanes y quesos de todas partes del mundo. En el puesto de Fluxà presentan una novedad este año: un licor de higos ibicencos.

Teatro de Boccaccio

En el antiguo refectorio del convento de los Dominicos hay una pequeña exposición de artes tradicionales ibicencas y, junto al yacente Guillem de Montgrí, como si fuera una broma, se instala como cada año el rincón árabe de la feria. En el baularte de Sant Joan merece la pena seguir las exhibiciones de cetrería (12.30 y 19 horas) con explicaciones detalladas de las aves.

En el programa de la feria se pueden consultar las actividades puntuales, entre las que hoy destaca el estreno de ‘El buen sirviente’ del GAT (a las 21.30 y 22.30 horas) en el claustro del Ayuntamiento. Se trata de una versión del conocido texto de Boccaccio.