Fue un conciertazo. Manu Chao derrochó muchísima energía en su actuación de anoche en Las Dalias, en la que su inconfundible mixtura de estilos enfervorizó a un público que no se conformaba con los muchos bises que regaló el músico. Más de 4.000 personas se habían congregado en la explanada superior al mercadillo para escuchar al cantautor, que acudió acompañado del grupo La Ventura. No salieron defraudadas. Desde las nueve menos cuarto y durante más de dos horas, el músico, que se declaró «feliz» de actuar en Ibiza, desgranó clásicos de su repertorio, incluyendo de Mano Negra, y también temas de su último disco. El público, que no tuvo problemas para llegar gracias a los autobuses y aparcamientos habilitados, coreó, bailó y aplaudió hasta el agotamiento en un concierto redondo.