Comisiones Obreras (CCOO) denunció ayer el «deplorable estado» en que se encuentra el nuevo hospital de Can Misses por las carencias de material, personal e incluso espacio físico en varias dependencias, incluyendo Urgencias, así como un «desorden generalizado» en la gestión y prestación de los servicios hospitalarios. También informaron de que ya hay seis o siete camillas en los pasillos, lamentaron el «insostenible» estado de la cocina, la «vergüenza intolerable» de los precios que se cobran por aparcar el parking y la dudosa seguridad de instalaciones radiológicas, como la radioterapia y el servicio de Rayos X.

El secretario de Organización de CCOO en Balears, Manel García, junto con las también responsables sindicales Natalia Valdés y Silvia Fernández, mostraron las denuncias presentadas por escrito ante la Inspección de Trabajo de Balears y los propios responsables de Can Misses. Según explicaron, «mientras hay pasillos como los de un aeropuerto, existen consultas tan pequeñas en las que el médico no se puede mover bien para atender al paciente». Esta situación se produce en Urgencias, afirmaron. Asimismo, en la dependencia de Enfermería donde se guardan los medicamentos, para poder abrir los cajones hay que sacar fuera el carrito», pues el cuarto es tan pequeño que se no se puede maniobrar bien en él.

La situación de Urgencias es especialmente grave, puesto que «las múltiples deficiencias, unido a la falta de personal en cuatro categorías profesionales están poniendo a los trabajadores en situación de peligro de constantes de agresiones y riesgo biológico». «Se crean situaciones violentas entre los propios trabajadores y entre trabajadores y pacientes debido a la intensa carga de trabajo, las horas de espera y la indefinición de funciones y descoordinación. Se suceden diariamente agresiones verbales y/o físicas en diferentes grados de intensidad», señala una denuncia por escrito presentada por CCOO ante la Inspección de Trabajo el 19 de marzo. Este escrito afirma que en un solo fin de semana, el del 13 al 15 de marzo, «se han presentado hasta 19 reclamaciones por parte de pacientes y el día 17 de marzo fue agredido un médico por un paciente».

El sindicato, en rueda de prensa ofrecida ayer en Ibiza, aseguró que ya hay seis o siete camillas en los pasillos, concretamente en la zona donde llegan las ambulancias. Los dirigentes de CCOO mostraron fotografías para corroborarlo.

Por otra parte, el sindicato se ha dirigido al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para asegurarse de que los servicios de radioterapia y Rayos X ofrecen las necesarias condiciones de seguridad tanto para los trabajadores como para los propios pacientes.

Especialmente grave considera el sindicato la situación de la cocina del hospital, que también ha sido privatizada: «Hay mucho estrés porque no hay tareas definidas, se hace todo como cada uno cree conveniente, a mitad de tarea te mandan hacer otra distinta, no hay nada organizado, la limpieza no se realiza desde hace ya tiempo, la cocina nunca se limpia, nunca había estado tan sucia y descuidada», afirmaba una denuncia por escrito de la jefa de sección de este área el 15 de abril. Días después, en otro informe señalaba que «los cubos de basura no se están limpiando, se cogen sucios y se vuelven a meter en la cocina». «No hay pautas de higiene, el personal manipula la materia prima sin guantes, se están haciendo los turmix apoyados en el suelo», añade el informe, que además señala que falta comida y la fruta es más pequeña de la establecida, entre otras muchas cosas.

Manel García también consideró «una vergüenza intolerable» las cantidades que se cobran por aparcar en el parking del hospital. «No es concebible que un Govern que va estar en el cargo durante cuatro años haga contratos para cuatro legislaturas», afirmó. A su juicio, «es una manera de privatizar la sanidad pública de forma acelerada», puesto que el aparcamiento de un hospital no debería funcionar «como si fuera el parking de un centro comercial».

Esta forma de hacer negocio «tiene un objetivo claro, que es el de dar una buena tajada a los fondos buitres, muchos de ellos vinculados a altos cargos del PP», añadió García.

La dirección del hospital declinó responder a estas críticas cuando fue invitado a ello por este diario.