­La noche del pasado jueves una paciente de edad avanzada que estaba siendo trasladada de habitación en camilla, dos de sus familiares que estaban de visita y un celador permanecieron encerrados por espacio de 45 minutos en uno de los ascensores del nuevo centro hospitalario de Can Misses.

Uno de los familiares explicó a este diario que el problema se detectó cuando pasaban pocos minutos de las nueve de la noche. «Acompañamos a mi suegra en el trasladado de una habitación de la tercera planta a otra de la cuarta. Lo que no entiendo es por qué bajamos antes al primer piso para luego subir, pero el caso es que el ascensor se quedó entre dos plantas y no había nadie que pudiera ayudarnos». Este testigo señaló que el botón de emergencias del ascensor no funcionó y que tampoco pudieron alertar por medio de una llamada de móvil («no había cobertura dentro», añadió). Finalmente, pudieron pedir ayuda a través del busca del celador. «Vino gente de seguridad, nadie de mantenimiento, y menos mal que tanto el celador como el resto del personal se portó de maravilla porque la situación fue espantosa». La misma fuente lamentó que nadie del hospital les haya informado sobre el problema y reconoció que no habían interpuesto una queja.

Desde la gerencia explicaron que la Oficina de control y seguimiento de la concesionaria incoará un expediente sancionador a la empresa que gestiona estos servicios. Además, la Unidad de Seguridad del Paciente «ha abierto una alerta de seguridad» para aclarar qué pudo suceder. Hace pocos días se registró otra avería en los ascensores del nuevo edificio.