El buque ´Mein Schiff 1´, con 2.070 cruceristas heavies procedentes de Alemania a bordo, arribó ayer a Eivissa con puntualidad germana. Si algunos turistas al llegar a la isla tienden a disfrazarse de lo que creen que es ser ibicencos: vestido blanco, senalló, sandalias de cuero y cinta de flores en el pelo, los de ayer no tuvieron el más mínimo problema en lucir sus largas cabelleras al viento, sus camisetas negras Full Metal Cruise y sus botas llenas de tachuelas con mucha vida que contar.

Chris, de 30 años, y sus amigos Jan, de 28, y Floria, de 25, estaban encantados de visitar la isla por primera vez y aseguraban que no iban a perderse el concierto de la tarde en el baluarte de Santa Llúcia en el que actuaron los grupos Indulgentes, Vagabundos, Leo Jiménez y U.D.O. «Es un lugar único para hacer un crucero de heavy metal y estamos convencidos de que el concierto va a tener muchísimo éxito. Lo vamos a pasar muy bien, estamos entusiasmados», aseguraba Chris. «Como evento local es algo único», añadía este aficionado a la música metalera.

Otros cruceristas, como la pareja formada por Uwe Baum y Sabine Stock no iban a asistir al concierto aunque sí iban a participar en alguna de las excursiones programadas por la organización. «Es nuestra primera vez en Eivissa, así que queremos visitar la isla y conocer todo lo que podamos», aseveraban.

Muchos de los turistas rehusaron amablemente hacer declaraciones a la prensa. Puede que tanta cámara les hiciese sentir como bichos raros en lugar de como un turista más. Solo querían disfrutar del día tranquilos y se dirigieron disciplinados a los autobuses preparados por la empresa Intercruisers.

«Van a visitar la casa ibicenca de Can Costa para degustar productos típicos, también tienen rutas en 4x4, una sesión de Paintball en Sant Antoni y, tal vez la excursión más curiosa de todas, en la que van a practicar tiro con arco en el polideportivo de Can Misses», explicaba ayer la supervisora de operaciones de esta compañía, María Paz Téllez.

Una docena de autobuses les llevaron por toda la isla y tenían otros cuatro preparados para el concierto. «Este es un cliente como otro cualquiera pero hemos intentado que las excursiones se enfoquen un poco hacia la relación de Eivissa con la música. Creemos que son datos que les pueden interesar, como la historia de los Estudios Mediterráneo, la relación de Pink Floyd con la isla, los conciertos en Las Dalias... Hay muchas cosas que contar», relataba Téllez, que aplaudía la buena organización del crucero. «Por el hecho de ser heavies y que les guste un tipo de música no tiene que ser una locura de barco, al contrario, todo está siendo muy tranquilo», remarcaba.

Al margen de la visita en sí, la responsable lamentaba que todavía haya una asignatura pendiente con los cruceros para desestacionalizar esta actividad. «La pena es que Eivissa ha tenido otros años escalas en marzo y noviembre que se han perdido de nuevo porque no hay nada que ofrecer al turista. La isla es maravillosa pero si no hay oferta abierta no interesa, es lógico», relataba.

Pero ayer se hizo un esfuerzo para que los turistas no se encontrasen con la Marina y el puerto cerrado. Muchos cruceristas se fueron directos a la calle de la Virgen, donde abrieron puertas varios comercios y muchos artesanos montaron sus puestos para animar la estancia de los heavies, gracias a una iniciativa de la Federación de Comerciantes de La Marina-Puerto de Ibiza que tuvo mucho éxito.

«Nos encanta esta idea», comentaba ayer Rene Urban, responsable de la tienda Boombap, que también es vecino del barrio. «Fuera de temporada hace falta más movimiento sobre todo durante el día. Ahora, en abril ya hace buen tiempo y sin embargo no hay casi nada abierto», advertía. «Es una idea muy buena y muy bien organizada, estamos todos muy contentos», remarcaba el comerciante. En la misma línea, la artesana Silvana estaba «encantada» de participar en la iniciativa y, poco después de la llegada de los primeros cruceristas, ya había vendido uno de sus originales sombreros completamente elaborados a mano, algunos escogidos especialmente con toque ´full metal´ para la ocasión.

Algunas de las tiendas mostraban descuentos del 20 por ciento para los integrantes del Full Metal Cruise, y muchos de ellos sacaron a la calle el género más adecuado para el turista temático: prendas negras, calaveras y cueros.

Los heavies también se pasearon por Dalt Vila donde recibieron no pocas miradas de soslayo de turistas del Imserso y también por la Marina, el puerto y el centro de la ciudad, donde tuvieron la oportunidad de ver algo muy heavy: la zona del puerto y los andenes completamente levantada, cuando ya estamos casi a mediados de abril, y Vara de Rey en pleno proceso de asfaltado.

Lo cierto es que con solo su presencia dieron ambiente a la ciudad durante la mañana, tanto que parecía ya plena temporada alta por momentos. Además se hicieron notar en otro sentido: consumiendo en bares y en comercios.

Por la tarde llegó el turno del concierto con las actuaciones de los locales Indulgentes y Vagabundos, a los que siguieron Leo Jiménez y U.D.O. Mucha potencia para un concierto que debía terminar antes de la medianoche, cuando estaba previsto que zarpase el Full Metal Cruise.

La consellera de Turismo, Carmen Ferrer; la alcaldesa de Eivissa, Virginia Marí, y la concejala de Turismo, Lina Sansano, que recibieron el barco por la mañana, regalaron una Tanit al capitán y confiaron en que esta iniciativa prospere ya que detrás del concierto está la posibilidad de que Eivissa se convierta en una sucursal del festival Wacken Open Air.