Durante el mes de abril, el planeta Júpiter sigue siendo el rey del firmamento nocturno y es perfectamente observable hasta cerca de las cuatro de la madrugada. Será también un buen momento para disfrutar de una lluvia de estrellas fugaces, las Líridas.

Mercurio.- El planeta más cercano al Sol solo será observable a partir del día 19 y al final de la tarde, cuando podrá verse sobre el horizonte Oeste cuarenta minutos después de haberse puesto el Sol.

Venus.- Para observarlo, incluso a simple vista, no habrá problemas de ningún tipo, pues cada semana va haciéndose más patente como una brillante luz después de ponerse el Sol. Venus no se pone en el horizonte hasta tres horas después de la puesta del Sol. Su magnitud llegará a ser de -4,1 y quienes lo observen con telescopio podrán apreciar una pequeña bolita blanca, de superficie lisa, que no está ´entera´, sino que tiene el aspecto de la Luna en fase menguante.

Marte.- Se pone poco después que el Sol por el horizonte Oeste y brilla con una magnitud de 1,7. El día 22, justo al final de la tarde, podrá verse junto a Mercurio, también muy tenue, justo en el horizonte Oeste-Noroeste. No obstante, hasta 2016 el planeta rojo no estará en verdaderas condiciones de observación. Este año debemos conformarnos con un modesto ´aperitivo´.

Júpiter.- El mayor de los planetas amanece por el horizonte Este cinco horas antes de la puesta de Sol y se observa durante gran parte de la noche, muy alto en el cielo. Tiene una magnitud que variará desde -2,3 a -2,1 a lo largo del mes. Con un pequeño telescopio ya se observan sus cuatro lunas principales: Ío, Europa, Calisto y Ganimedes, que orbitan alrededor del planeta como si fuera un sistema solar en miniatura.

Saturno.- Hasta las dos de la madrugada aproximadamente no es aún visible en buenas condiciones en Ibiza, aunque según van transcurriendo las semanas irá adelantando su aparición en el cielo hasta salir una hora y media después de la puesta de Sol a final de mes. Su brillo también irá intensificándose cada día más, pero rondará la magnitud 1. Los anillos aparecen este año bien visibles, al estar muy ladeados en dirección a la Tierra.

Lluvia de estrellas

La lluvia de las Líridas será visible desde el 16 al 25 de abril, aunque su máximo se prevé para el 22. Esta lluvia -que no es de las más intensas del año- se produce cuando la Tierra atraviesa la cola de polvo dejada por el cometa Thatcher (C71861 G1), y estas partículas atraviesan la atmósfera, incendiándose en ella. Se llaman Líridas, porque las estrellas fugaces parecen partir de un centro situado en la constelación de la Lira, desde el que salen en todas direcciones.

Una ´nueva´ estrella en el cielo

En abril será posible observar todavía, aunque con prismáticos y ya muy menguada, la nova aparecida en la constelación de Sagitario y que fue detectada el 15 de marzo. Una nova es una estrella que de forma repentina se ve involucrada en un proceso explosivo y aumenta su luminosidad varios miles de veces en solo unas pocas horas. Por ello, para un observador terrestre, lo que parece suceder es simplemente la aparición de una estrella allí donde no había ninguna, o una subida de brillo en una estrellita que antes apenas era perceptible. Los antiguos astrónomos, creyendo que se trataba del nacimiento de una estrella, llamaron nova (nueva) a estos astros.

La ´nueva´ estrella de Sagitario (Nova Sagitarii 2015 No. 2) empezó a ser vista con una magnitud de +6, es decir, un objeto fácilmente observable con prismáticos, si bien es previsible que a lo largo del mes vaya bajando en brillo. Además, para observar la constelación de Sagitario aún hay que esperar hasta poco antes del amanecer.

Sección elaborada por la Agrupación Astronómica de Eivissa (AAE).