Siniestro Total es todo aquello que pasa entre la banda sonora de ´Miami Vice´, con la que Julián Hernández y los suyos saltan al escenario, y el himno de la URSS, con el que se despidieron el sábado en el festival Sant Pepe Rock de Sant Josep entre gritos, sudor y reverencias al público.

Siniestro Total es una voz orujosa que canta aquello de «los feligreses mueven los pies/Y dicen algo: dicen yeah!», nada más subir al escenario.

Fans con una pancarta que reza ´Son de Vijo e non o niejo´. Un exdiputado que se contonea al ritmo de ´Todo por la napia´. La versión más veloz y deconstruida de ´Matar hippies en las Cíes´ que se recuerda. El pistolo Kike entrando una y otra vez al escenario, ahora para desenredar un cable, luego para reponer una baqueta y más tarde para arreglar con cinta americana el tirante rebelde de la guitarra de Julián y sale ovacionado por el público. Cientos de dedos que apuntan a las estrellas cuando comienza ´Quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos´.

Conatos de pogo con ´Bailaré sobre tu tumba´ para sacarse la humedad de los tuétanos. Alguien que berrea ´Ayatolah no me toques la pirola´ en el urinario de al lado. ´Diga que le debo´ en las barras y en los micrófonos. Cientos de vasos de plástico abandonados en el suelo y sobre los contenedores (habrá que ir planteándose lo de los reciclables). Un sentido homenaje al desaparecido «jefe» Moncho Alpuente con ´Adiós muñeca´. Y otro a Obús, «el mejor grupo del mundo», con un «vamos muy bien, borrachos como cubas, y qué...», entre peinetas. Y el ´Downtown´ de Petula Clark reconvertido en una «canción de gatitos para las almas sensibles», ´Miau, miau´. El aviso de que al día siguiente es Domingo de Ramos y hay que andarse con cuidado con la crucifixión, que llega pronto. Y otro aviso más: «Hoy os vamos a revelar la verdad, por mucho que mañana os duela», antes de acometer ´España se droga´. Y un montón de cuarentones y cincuentones disfrutando como chiquillos. Y al final una decena de guardias civiles perfectamente formados mientras el Coro del Ejército Rojo canta: «Larga vida al anhelo del pueblo»...

Pero no solo de Siniestro Total vivió el Sant Pepe Rock 2015. Primero actuaron Marc Riera y su nuevo grupo MRC, que pusieron la nota ibicenca y metalera a la noche. Y después Los Zigarros, que demostraron por qué son una de las grandes esperanzas del rock español. Los valencianos cantaron prácticamente entero su primer disco y algunas versiones brutales de clásicos como el ´Mony mony´ de Tommy James o el ´River deep, mountain high´ de Phil Spector, con un sonido con esencia de blues y toques de power pop para darle brillo y mucho de lo que antes se llamaba ´rollo´. Y con un cantante, Ovidi Tormo, que según se le mire puede recordar a Bunbury, Mick Jagger o al Jeff Conolly flaco de los inicios. Cerraron con una energética ´My generation´ justo antes del lanzamiento de los fuegos artificiales de las fiestas, aplazados el sábado anterior, que dieron paso a Siniestro Total.

El festival acabó casi a las dos de la mañana, que casi eran las tres con el cambio de hora. Así que bajo una luna como el medio limón de un gintonic, como la definió Tormo, cada mochuelo volvió a su olivo.