«Sobran según qué tipo de turistas y sobran según qué tipo de empresarios, el mensaje es clarísimo», aseguró ayer el conseller de Turismo, Jaime Martínez, en la inauguración de la ITB, donde confirmó que este verano habrá presencia de bobbies (miembros de la policía británica) en zonas como Sant Antoni (donde habrá entre cuatro y seis parejas en las áreas más calientes) o Magaluf y que, además, se controlará al máximo la oferta de los locales de ocio nocturno para evitar prácticas como los pub crawls y otras que incitan al consumo desmedido de alcohol.

«El reposicionamiento de Magaluf y de otras zonas de las islas no tiene marcha atrás. Las inversiones de los hoteleros en estas zonas maduras tienen que llevar aparejado un reposicionamiento de los destinos de este tipo», subrayó Martínez.

Ilegal en UK, ilegal en España

La presencia de bobbies tiene como objetivo que el turista británico que viene a las islas y que no se siente intimidado por un policía local «porque no le puede sancionar en según que cosas», sepa que «lo que es ilegal es su país también lo es en España».

La alcaldesa de Sant Antoni, Pepita Gutiérrez, confirmó ayer que estos policías británicos, entre cuatro y seis parejas, pasearán durante los meses de temporada alta por las zonas con más afluencia de compatriotas en el municipio acompañados por Guardia Civil, «lo que favorecerá el incremento de seguridad que queremos ofrecer tanto a los turistas como a los residentes», apuntó.

«Actualmente, el Gobierno central ya negocia con el británico la llegada de estos policías esta temporada y hoteleros de Sant Antoni ya han ofrecido habitaciones gratuitas para los agentes», añadió Gutiérrez, que remarcó que el hecho de que haya bobbies y más guardia civil «facilitará que la policía local pueda centrarse en hacer cumplir las ordenanzas y no se vean colapsados por intervenciones de orden público».

La presencia de la policía británica no busca confrontación sino normalidad en zonas como Magaluf o Sant Antoni, matizó el conseller de Turismo, que valoró que Sant Antoni esté trabajando ya «para obtener la declaración de zona turística madura».

Gutiérrez matizó que esta declaración «va ligada a un concurso de ideas que está en exposición pública». «Una vez que se hayan presentado todos los proyectos y se haya decidido qué hacer pediremos la declaración de zona turística madura al Consell, en un documento que recogerá también todo el argumentario por el que Sant Antoni se merece la calificación», avanzó la alcaldesa. El objetivo es conseguir financiación extra para embellecer Sant Antoni mejorando espacios y mobiliario público.

Por su parte, Martínez explicó que la declaración de zona turística madura obligará a todos los establecimientos turísticos, sean o no de alojamiento, de la zona a redactar y aplicar planes de modernización y de calidad. «Eso quiere decir que se hará un chequeo de todas las licencias y, si no se cumple con la legalidad, ese establecimiento se cerrará», advirtió.

«Estaremos encima del cumplimiento de todas las normativas y ordenanzas cívicas para conseguir una normalidad en estas zonas», remarcó Martínez, que habló en la ITB de «controles turísticos, sanitarios y de trabajo». «Estaremos encima del cumplimiento de todas las normativas», aseguró.

La secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego, confirmó que se trabaja junto a la Delegación del Gobierno en Balears, ayuntamientos y el Govern para mejorar la seguridad en zonas turísticas. «Es una oportunidad para trabajar juntos y estamos informando de todos estos avances a los turoperadores del Reino Unido y también al Foreing Office», apuntó.

Martínez añadió que estas medidas con el turismo británico «van en la línea de los proyectos piloto que ya se han testado de policía italiana y de policía alemana en varias zonas de las isla».

Por otra parte, Borrego aseguró que no ha surgido ninguna cuestión sobre las prospecciones petrolíferas en las costas de Balears en ninguna de las reuniones que mantuvo ayer con compañías turoperadoras y asociaciones de mayoristas.