Las obras de la rotonda de Portinatx, incluidas en la remodelación de la carretera de Sant Joan, se podrán reiniciar mañana después de que la conselleria de Medio Ambiente del Govern balear haya informado favorablemente una modificación del proyecto inicial que permite preservar una cueva donde crían unos murciélagos de herradura (Rhinolophus hipposideros), una especie que aparece protegida en el plan de recuperación de los quirópteros cavernícolas de Balears, el denominado Plan Balcells, que incluye además a los Myotis daubentonii, Myotis emarginatus, Myotis myotis, Myotis escalerai, Rhinolophus ferrumequinum y Rhinolophus mehelyi.

La revisión del proyecto contempla la reducción del diámetro de la rotonda de los 48 metros originales a entre 28 y 30 metros. Así «se convierte en una glorieta de carácter más urbano, dada la proximidad de este cruce con el núcleo urbano de Sant Joan», esgrime el Consell en una nota de prensa remitida ayer.

La conselleria de Medio Ambiente, a través del departamento de Protección de Especies balear, considera que con esta modificación «queda acreditada la separación de la obra de la entrada a la cueva» donde habitan los murciélagos de herradura, «de manera que se evita que les afecte», según el comunicado.

La consellera de Movilidad ibicenca, Pepa Costa, manifestó que entre las alternativas estudiadas para evitar dañar el lugar donde habitan los Rhinolophus hipposideros se encontraba la de mantener una intersección sin rotonda, similar a la actual, si bien fue descartada porque se consideró que «para dotar de mayor seguridad a este punto de la carretera y evitar los giros a la izquierda era conveniente mantener la glorieta, aunque fuera de menores dimensiones».

Las obras en ese punto de la carretera de Sant Joan quedaron paralizadas el pasado mes de enero después de que la conselleria de Medio Ambiente del Govern comunicara al Consell de Ibiza que la rotonda afectaba a la cueva del Puig de s´Ullastre, donde cría el murciélago de herradura. El informe ambiental de las obras de la carretera, aprobado en la anterior legislatura (cuando gobernaba la izquierda) «no incluía ninguna referencia a la posible afectación de esta cueva, una de las cuatro colonias de cría detectadas hasta ahora en la isla».

Precisamente, el Plan Balcells señala que «uno de los mayores riesgos que corren los murciélagos cavernícolas son la información insuficiente sobre su situación real de conservación, la degradación y destrucción de los hábitats cavernícolas, el riesgo de epizootias y los factores estocásticos [es decir, que dependen del azar]». El objetivo de ese plan es recuperar el murciélago patudo (Myotis capaccinii) y otros murciélagos cavernícolas de Balears, como el de herradura, así como conservar el hábitat hipogeo para garantizar la supervivencia a largo plazo de las poblaciones de quirópteros cavernícolas de estas islas.

En el plan Balcells se sostiene que es preciso «asegurar la protección efectiva de las cavidades relevantes para los quirópteros cavernícolas», así como «garantizar un buen estado de conservación del hábitat hipogeo, evitando la degradación de las cavidades relevantes para los quirópteros», tal como ha sucedido en el caso de los que se encontraban en el Puig de s´Ullastre.