The Frígolos llevan poco más de un año y medio calentando todos los escenarios pitiusos a base de rock’n’roll clásico, con una puesta en escena sencilla pero potente que les ha convertido en uno de los grupos más conocidos de la isla. Así que después de nada menos que 110 conciertos de puesta a punto han decidido volcar su sonido en su primer disco de la forma más fiel posible, tocando todos a una en el estudio sin cortes ni artificios.

El título de su primera experiencia discográfica, siete píldoras de rock’n’roll de dos o tres minutos, es ‘Hangover Sessions’. El lunes lo pusieron a la venta y esta semana han viajado a Barcelona para presentarlo en la sala Apolo 2 y en la sala Underground. La presentación en la isla vendrá después, el día 13 en Can Jordi, que es como su casa, y el 14 en Putumayo. En ambas ocasiones habrá fiesta y las proyecciones de su primer videoclip -‘I’m not dead’, que ya está en Youtube-, y un documental ‘cómo se hizo’ de la grabación, que tuvo lugar el pasado 22 de noviembre en los estudios Magrana de Santa Gertrudis, de la mano del inevitable Omar Gisbert.

«No tenemos un estilo muy definido -explica el guitarrista Ricky Lee-. Claro que estamos en la onda del rockabilly, el country y la música americana, pero escuchando el disco hay mucho más y cada tema tiene su característica especial, del ragtime al psychobilly, pasando por el surf o el country clásico». «A todos nos gusta la música de los 50 y partimos de ahí -subraya el batería, Pedro González- pero también tenemos mucho del revival rock de los 80, como los Stray Cats, que es lo que escuchábamos de mozos y siempre está ahí».

La banda nació de una forma casi casual. Pedro González, ibicenco, había emigrado a Barcelona hace 15 años en busca de nuevos horizontes musicales y allí compartía banda con Ricky, Karkanades. «Hace un par de años decidí volver a la isla y Ricky se apuntó -explica González-. Una mañana estábamos en Can Jordi y nos ‘tocábamos’ encima, así que empezamos a preguntar si alguien conocía a un bajista. Nos presentaron a David Mascaró y nos dijo que sí en dos minutos. Preguntamos en el local si tenían banda para la siguiente semana y nos contestaron que no. «Pues ya tenéis una», dijimos. Como estábamos tomando frígola nos bautizamos como The Frígolos. Ensayamos tres veces y a la semana siguiente hicimos nuestro primer concierto con 13 versiones».

Desde entonces su sonido ha evolucionado mucho, también gracias a la incorporación del cuarto ‘frígolo’, el guitarra solista Robert Davidson, «que ha dado a la banda un sonido más profesional, porque es un crack», señalan sus compañeros.

De Johnny Cash a Soft Cell

En este tiempo han ido incorporando un abanico más amplio de estilos, canciones propias y muchas versiones que siempre traducen a la esencia ‘frígola’, desde dianas más obvias, como su adorado Johnny Cash, hasta temas como el ‘Personal Jesus’ de Depeche Mode o el ‘Tainted Love’ en su versión original, antes de la más conocida de Soft Cell.

Aseguran que nunca buscan algo concreto: «Nos sentamos a tocar y va saliendo, normalmente Ricky llega con una idea y entre todos la mejoramos con el tamiz ‘frígolo’. Todos aportamos», afirma González. Y para el disco han pretendido mantenerse fieles a esa esencia: «Queríamos que fuera algo muy honesto, sin trampa ni cartón, así que decidimos grabarlo tocando en directo y todos juntos -explica Lee-. La idea es que sonara exactamente igual que el directo y creemos que lo hemos logrado».

Una honestidad que también han querido trasladar a la promoción: «No lo vamos a colgar en plataformas digitales porque no nos gustan. Hemos querido hacer un disco físico y ponerlo a la venta en nuestros conciertos y en Can Jordi. Es como una carta de presentación. Y al que le guste el bolo, que lo compre».