A pesar de las críticas, defiende que la mudanza se está haciendo bien, asegura que no hay deficiencias en el edificio, como afirman los profesionales, y señala que es preferible detectar los problemas de cada servicio y solventarlos antes de que ocupen el nuevo espacio. Insiste en que sería posible ubicar ya todos los servicios en el nuevo Can Misses, donde era partidario de colocar a los pacientes que aguardan una cama en Urgencias.

-¿Cómo va el traslado al nuevo hospital?

-El traslado siempre hemos comentado que lo haríamos por zonas. Que se retrasa o no... Vamos a nuestro ritmo, entre comillas. Lo estamos haciendo nosotros, con las ventajas y desventajas que eso tiene. Actualmente estamos poniendo en marcha lo que es el laboratorio de análisis clínico y Hematología.

Este fin de semana está previsto pasar el laboratorio de microbiología y luego debe ir el hospital de día ambulatorio. Vamos haciendo. No paramos en ningún momento, al menos.

-¿Hay algún problema para no abordar ya el traslado de Urgencias, quirófanos, UCI y hospitalización, con los que todo estaría ya en el nuevo hospital?

-A ver, el problema básico somos nosotros mismos. Estamos mirando las cosas, queremos que salga lo mejor posible igual que hemos hecho en cualquier otro lado. Nos centramos en una zona, la que trasladamos y a partir de ahí adoptamos las medidas que toquen. Lo que pasa es que parece que en esta casa les gusta dudar. Hay gente que dudaba de que fuéramos capaces de hacer las obras de la calle Corona para poner las ambulancias. Y las hicimos. La gente duda constantemente. Evidentemente hay mucho trabajo por hacer y hay cosas que no ayudan. En vez de colaborar, ser positivos y preguntar qué pueden hacer para ir mejor, lo único que intentan buscar son los defectos y los problemas que hay. Ponen en duda las cosas, muchas veces sin fundamento.

-Los trabajadores dicen que el traslado se retrasa porque no se pueden usar los quirófanos porque se filtró agua durante una tormenta. ¿Es así?

-No, filtraciones no hubo. Entró agua en los quirófanos, es cierto, pero no hubo filtraciones. La zona aún no estaba urbanizada, ahora sí. Es cierto que cada zona tiene cositas y es lo que hay que hacer ahora. Lo de los quirófanos se entiende mejor desde fuera, pero lo que pasó es que cuando hicieron la carretera, no hicieron el desvío de aguas. Nosotros hicimos el helipuerto justo debajo y no estuvo afectado. El agua fue a la central energética y de ahí a quirófanos y otros lugares. Se han adoptado medidas. Se ha asfaltado y se han reforzado las rejas.

-También aseguran que no se puede realizar el traslado porque Radiología no está bien aislado, que salen radiaciones por debajo de una puerta que no ajusta bien.

-La gente... Radiología ha pasado la inspección de la casa, de nuestro radiofísico y del Consejo de Seguridad Nuclear. Nosotros después pedimos al radiofísico que viniera y le pedimos que mirara precisamente esas cosas. Lo ha hecho, pasó hace una semana y vuelve a pasar este viernes. Hemos reforzado las cosas. En las puertas no ha detectado radiación, los dosímetros han resultado positivos y nos ha hecho alguna recomendación de reforzar alguna cosa más. Pero ha ido a buscar lo peor, como ahora dicen los bancos, ha hecho una prueba de estrés en una situación totalmente desfavorable. ¿Por qué? Si él hubiera encontrado algo hubiera cerrado la sala y no lo ha hecho.

-Entonces, ¿si no se ha acabado el traslado no es por carencias del edificio?

-A ver, alguna cosa falta, pero cosas pequeñas.

-¿Cuáles?

-Pues faltan duchas en el paritorio y estamos mirando si hay que reforzar las puertas de quirófano, lo están planteando los trabajadores. También en Psiquiatría quieren más garantías de seguridad debido al tipo de pacientes que van a estar ahí. La gente está hilando muy fino con todo. Para bien. También podríamos hacerlo al revés: saltar directamente y que luego esos problemas vayan apareciendo. Es lo que pasa normalmente. Te vas a una zona nueva y, con el día a día, empiezas a encontrar deficiencias que te molestan. Pues aquí lo estamos haciendo previamente. Y otro tema es el de instalaciones de la maquinaria que hemos comprado. Y a veces eso no es fácil. Es una maquinaria compleja; el laboratorio, por ejemplo, hay que verlo, no estamos hablando de un ordenador.

-¿Cuándo estará todo trasladado?

-Mira, yo le digo a los profesionales que, si quieren, mañana mismo nos vamos allí. ¿Podemos hacerlo? Sí. ¿Encontraremos problemas? Sí. La cuestión es: ¿qué grado de problemas queremos encontrar? Lo que estamos haciendo es intentar solventarlos todos antes de encontrarnos con ellos. Estamos llegando a un punto en que podemos pasar perfectamente, pero hay gente que te discute, que te dice «yo no pasaré si a mi despacho no le da el sol». ¡A ver!

-Ya, pero ha vuelto a saturarse Urgencias y ha habido que abrir el viejo edificio de Hemodiálisis para instalar camas. Ramon Canet alertó de que la gripe aumentará. ¿Hay algún plan para absorber ese incremento?

-Nosotros haremos lo que tengamos que hacer. Vamos planificando y gestionando con lo que tenemos. Es algo que yo no sé. Creo que es parte de nuestro trabajo, ir solventando esos problemas. Estaba pensando que hace dos años la gente se quejaba porque tenía la tercera planta cerrada, pero es que si no hace falta debe estar cerrada. Hace falta, se abre. Hace falta más espacio, pues se busca más espacio. Hay cosas que no acabo de entender. Se ha planteado que hay un pico, tenemos para ingresar a un montón de gente, como no hemos tenido nunca. Los motivos no te los sabría decir. Bueno, sí. Hay una razón de fondo en la que se tendría que actuar pero en la que nadie está haciendo nada porque se tendría que actuar a medio y largo plazo.

-¿A qué se refiere?

-A que los pacientes están cambiando, son crónicos, tenemos que cambiar el tipo de asistencia, las familias ya no recogen a los enfermos como antes, que podían dar más apoyo. Hay una serie de cosas que han cambiado y nos tenemos que adaptar, tenemos que adaptar a eso el sistema sanitario, y nos está costando mucho. Eso es algo más estructural. Los médicos te dicen que cada año llegan personas más mayores, más enfermas y más crónicas. ¿Esta es la asistencia que tenemos que dar? Pues no, hay que cambiar, hay que transformar el sistema. Es importante, creo que es de lo que habría que hablar, no de si hay cuatro camas más o menos. Eso es tratar los síntomas, no la enfermedad.

-¿Qué quiere decir con cambiar el sistema?

-Potenciar más la Atención Primaria, ir al domicilio del enfermo, hacer un seguimiento con nuevas tecnologías, debemos ser capaces de llamarlo y preguntarle si se ha tomado la medicina, la tensión. Hay que hacer muchas cosas, cambiar el chip. Y eso no será fácil.

-Algunos profesionales consideran que cuando aumenten los casos de gripe y la saturación de Urgencias, habrá que adoptar dos medidas: reforzar la Unidad de Hospitalización a Domicilio y, llegado el caso, cancelar las operaciones programadas para ganar camas.

-La Unidad de Hospitalización a Domicilio la reforzamos hace un año y medio aproximadamente. ¿Qué pasa? Sinceramente creo que no le estamos sacando el rendimiento que deberíamos. ¿Por qué? Por lo que te decía antes, hay que cambiar el chip. Si tienes un enfermo en casa debe de haber un referente. No es tan fácil. Además, la hospitalización a domicilio está tratando un enfermo en fase aguda, no es sencillo, no hablamos de un enfermo crónico. Requiere una asistencia y una vigilancia, debe haber un cuidador y eso no es fácil. Creo que la hospitalización a domicilio no tiene nada más. Es verdad que no hemos hecho un estudio ni análisis en profundidad, pero lo reforzamos y creo que no ha ido tan bien como se esperaba.

Nos ayuda, funciona muy bien, pero no como esperábamos.

-¿Y parar quirófanos?

-Puntualmente lo hacemos, pero es lo último que queremos hacer. Lo que no queremos es que afecte a la asistencia, estamos aquí para prestarla, tanto a urgentes como a programados y podría haber dejado Hemodiálisis como estaba y haber anulado todas las intervenciones, pero justo es lo que creo que no se debe hacer. Y a pesar de eso hemos anulado alguna.

-¿En vez de abrir Hemodiálisis no se planteó usar el nuevo hospital?

-Sí.

-¿Y por qué no se hizo?

-A la parte facultativa no le hacía mucha gracia porque perdían la conexión con los servicios. Si tienes que hacer una consulta con alguien que está de guardia, está en el viejo Can Misses. Era un funcionamiento que no les acababa de gustar por funcionalidad. Para mí era la opción más cómoda, te lo digo sinceramente, pero los facultativos preferían un lugar probado, que supieran que todo funcionaba, que todo iba bien, que trabajaran más juntos e integrados. Dicen que, quieras que no, estás al lado, tienes que cruzar la calle, pero estás al lado, con lo que eso significa, que tienes cerca rayos si necesitas una prueba, estás al lado de otras especialidades si necesitas ayuda. Yo, insisto, hubiera ido al nuevo hospital, pero hay que tener en cuenta otros puntos de vista.

-¿Esperaba pasar una nueva epidemia de gripe en el viejo hospital?

-A mí me hubiera gustado haber pasado en Navidad, pero en septiembre ya vi que llevábamos un retraso por la manera que hemos escogido de hacerlo, que creo que es la mejor.

-¿No le han presionado para acelerar el traslado?

-No. A ver, todo el mundo está nervioso. Incluso nuestros profesionales lo están ya porque hace tiempo que estamos con este tema.

-¿Y la radioterapia? ¿Por qué se está retrasando tanto?

-Es un proceso que está en trámite. No sé decirte nada más. Espero que se resuelva la semana que viene. La radioterapia es como todo. Estamos en una Administración pública, con sus inconvenientes y defectos. Y uno de los inconvenientes es ése, que es lenta en los procesos administrativos, nos guste o no. Hay gente que quiere que la radioterapia sea pública, pues el problema de que fuera pública sería ése. Creo que tenemos que ir a lo positivo, que el retraso garantizará que lo que salga sea lo mejor.

Tenemos que confiar en los técnicos que están en la mesa desde el principio del proceso. Pero hay gente que quiere buscar fantasmas en todos sitios. Y contra eso yo no puedo hacer nada.