«Queremos superar la asignatura pendiente de sa Caleta». Ese es el objetivo que se ha marcado la consellera de Cultura del Consell de Ibiza, Pepita Costa, que ayer presentó el anteproyecto del yacimiento fenicio. Un proyecto que completará el de recuperación del cuartel militar, las cuadras, el cuerpo de guardia y los búnkeres construidos en los años 40, tras la II Guerra Mundial, y al que solo le falta la licencia del Ayuntamiento de Sant Josep para comenzar las obras, según especificó Costa.

«Tenemos un espacio muy importante, que forma parte de la Declaración de Ibiza Patrimonio de la Humanidad, que hasta ahora no ha sido debidamente cuidado y puesto en valor. En la legislatura anterior se compraron los terrenos y ahora es el momento de rehabilitar la zona», dijo la consellera, que recordó que tras las excavaciones arqueológicas de los 80 en el poblado fenicio, solo se dejó a la vista el sector sur y se tapó el resto. Esta zona fue la única declarada Bien de Interés Cultural en 1993, por lo que se ha incoado el expediente para ampliar el BIC a todo el espacio, incluyendo los restos arqueológicos, los edificios militares y las baterías.

Lo que ayer se presentó fue concretamente la museización, con la que se pretende «descodificar, poner al alcance del público todo el espacio», dijo el responsable del anteproyecto, Joan Santacana, profesor de Didáctica de las Ciencias Sociales y director del taller de proyectos de la Universitat de Barcelona (UB). Los trabajos incluyen la creación de un centro de interpretación en las edificaciones militares, un recorrido señalizado por los restos del poblado, que serán completamente destapados, y un acceso subterráneo al túnel que une las antiguas baterías de artillería.

Valores materiales e inmateriales

Santacana, que hizo la presentación junto a la arquitecta de la UB Irina Grevtsova y el técnico de Patrimonio del Consell, Joan Ramon, destacó que al tratarse de un entorno declarado Patrimonio de la Humanidad hay que hacer una intervención «coherente con esta declaración»: «No es un yacimiento cualquiera. Tiene un valor histórico incuestionable, pero es mucho más. Es un espacio relativamente pequeño pero que contiene valores materiales e inmateriales. Los materiales son unos restos arqueológicos que forman un conjunto único en el Mediterráneo Occidental. Un enclave fenicio de una importancia extraordinaria. Y además tiene alrededor un fondo marino con posidonia que lo convierte en un área de gran valor paisajístico y ecológico. El valor inmaterial es el que tiene para mucha gente de Ibiza, incluidos muchos ibicencos que hicieron allí el servicio militar. Tiene un gran valor sentimental».

Por ello, aseguró que en el anteproyecto han trabajado teniendo en cuenta estos dos aspectos: «La filosofía es que en un espacio natural la mejor intervención es que parezca que no se ha hecho nada, que tienda a cero. Hemos de hacer compatibles la conservación y una accesibilidad física y mental. No solo enseñarlo, sino hacerlo comprensible».

El equipo encargado del anteproyecto ha trabajado en tres líneas, una natural-paisajística, con miradores desde los que se pueda ver el espacio sin riesgo de deterioro; una arqueológico-cultural, retirando las capas que actualmente mantienen cubierto parte del yacimiento para hacerlo visible por completo, y una inmaterial, recuperando las baterías y con ellas los sentimientos, «que para algunos pueden representar la juventud y para otros la tragedia de la guerra, pero que tienen gran valor».

Santacana aseguró que como el proyecto no requiere obras de gran calado, la ejecución puede ser muy rápida: «En el momento en que el espacio esté rehabilitado, el periodo para la museización puede ser de seis o siete meses», dijo. Por su parte, la consellera no quiso cerrar plazos: «La idea es que este año podamos acabar las obras del espacio físico y empezar las interiores de museización -señaló Costa-. Ahora iniciamos el expediente de contratación del proyecto definitivo, que ya está presupuestado».

Destapar el yacimiento

Costa calculó que el coste total de los dos proyectos será de algo más de 800.000 euros, pese a que el año pasado se había cifrado solo la primera fase de rehabilitación en 600.000: «El primer proyecto costará algo menos de lo previsto, unos 400.000 euros, y la museización otros 400.000 más o menos», aseguró, y destacó que el mantenimiento y el personal no serán muy costosos porque se pretende hacer algo «muy funcional».

Además, señaló que en el centro de interpretación no solo se explicarán los bienes de sa Caleta sino todos los declarados Patrimonio de la Humanidad de las Pitiusas: «El que venga podrá tener una visión de conjunto de todos los bienes, incluidos los naturales».

Por su parte, el técnico de Patrimonio del Consell destacó que con esta intervención saldrá a la luz toda la parte del yacimiento arqueológico que se excavó pero se volvió a tapar en los 80: «Hay algunas zonas más que están dispersas, aunque hay que tener en cuenta que cuando se construyeron los edificios y las baterías en los 40 se destruyeron muchos elementos».

Se calcula que la extensión total del poblado en la época fenicia, en el siglo VII a. C., era de unas 4,5 hectáreas, lo que lo convierten en un asentamiento urbano muy importante, aunque la erosión se ha llevado por delante una tercera parte de la península.