­Una joven murió ayer cerca del mediodía al precipitarse al vacío por un acantilado de Cala Tarida y caer sobre las rocas. Según los testigos presenciales, la caída se produjo accidentalmente cuando la víctima, su novio y dos amigas, todos ellos búlgaros, se hallaban haciendo fotos en aquel paraje. La fallecida era Dimitrina Georgina Dimitrova y tenía 26 años, según informó la Guardia Civil.

Agentes del equipo de la Policía Judicial del cuartel de Sant Antoni tomaron ayer declaración a la pareja de la mujer y a sus amigos para esclarecer lo ocurrido, aunque todo apunta a que un descuido originó el trágico accidente.

El servicio de emergencias del 061 recibió un aviso a las 11.55 horas y desplazó una ambulancia de soporte vital avanzado, tipo UVI móvil. Los sanitarios bajaron hasta el pie de las rocas y practicaron maniobras de reanimación a la chica, pero no pudieron hacer nada para salvarle la vida.

También se movilizaron patrullas de la Policía Local de Sant Josep y el equipo de rescate vertical de los bomberos de Ibiza equipados para descender por las rocas e izar a la accidentada si fuera preciso; sin embargo, cuando llegaron al lugar, los sanitarios ya les indicaron que la joven había muerto. Después de que el forense de guardia ordenara el levantamiento del cadáver, los bomberos colocaron el cuerpo en una camilla y lo llevaron hasta un embarcadero cercano. Agentes del Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil se encargaron de trasladar el cuerpo hasta el puerto de Sant Antoni, donde ya esperaba una furgoneta de Pompas Fúnebres, que lo llevó al tanatorio. Probablemente, hoy se le practicará la autopsia.

El suceso causó un gran impacto emocional al novio y a las amigas, que además se encontraron con dificultades para explicar lo ocurrido a causa del idioma, según explicaron algunos testigos. Unos 20 trabajadores de una obra cercana presenciaron también lo sucedido.