Dos jóvenes, uno de solo 18 años y otro de 22, fueron detenidos el viernes pasado acusados de subirse una semana antes en el mismo autobús que un vendedor de la ONCE, seguirle en su viaje desde Vila hasta Sant Rafel, asaltarle cuando se apeó en la parada que está junto a la gasolinera, tirarle al suelo y golpearle con violencia. Le robaron una riñonera y una mochila que contenía una tableta electrónica, una máquina expendedora de boletos, numerosos tiques para sorteos y unos mil euros en efectivo.
La víctima, un ibicenco de alrededor de 30 años con visión reducida y problemas de movilidad, está de baja y se recupera de la paliza. Recibió atención médica puesto que le aplicaron dos puntos de sutura en la cabeza y sufrió diversas contusiones. Fuentes de la Organización Nacional de Ciegos informaron ayer de que probablemente se incorporará pronto a su puesto de trabajo, pero que está conmocionado por lo ocurrido.
Uno de 18 y otro de 22 años
Los dos presuntos delincuentes declararon ayer por la mañana en el juzgado de guardia, el de instrucción 2 de Ibiza. El fiscal solicitó el ingreso en prisión de ambos, A. G. M., nacido en Barcelona en 1992, y D. I. B., un paraguayo que acaba de cumplir la mayoría de edad. Podrán eludir su internamiento mediante el pago de una fianza de 6.000 euros. Alegaron que solo querían dar un susto al vendedor y que se cayó, según ha podido saber este diario. A la hora del cierre de esta edición se desconocía la decisión de la juez María Luisa Bustillo, en funciones en el juzgado número 2 (es la titular del 1) sobre la situación procesal de los jóvenes, es decir, si decretó su ingreso en prisión. La Guardia Civil los puso a su disposición acusados de un robo con violencia.
En cuanto a los hechos, ocurrieron el 12 de diciembre por la noche, sobre las 21.30 horas. Antes, el vendedor estuvo trabajando en un quiosco y en la calle en el centro de la ciudad, como hace habitualmente.
En la mochila llevaba una máquina para imprimir cupones, una tableta y boletos y rasca y gana de diferentes sorteos. Al parecer, los chicos subieron en el mismo autobús (la línea que une Vila con Sant Antoni) y le siguieron hasta Sant Rafel. Al bajar, se cubrieron el rostro, le robaron y se dieron a la fuga. Una semana después fueron arrestados.
La Guardia Civil y la Policía Local de Sant Antoni comenzaron entonces una investigación conjunta que concluyó el jueves con el arresto de los dos ladrones en el Passeig de ses Fonts. Después, reconocieron que la mochila estaba escondida detrás de un tronco en un bosque, donde la encontraron los agentes. Han recuperado todo menos el dinero.
«Somos víctimas fáciles, un colectivo vulnerable con trabajadores discapacitados», se lamentó ayer Mariano Torres, presidente de la ONCE en Ibiza y Formentera, que estaba indignado con lo sucedido. «Es un chico sencillo que comenzó haciendo sustituciones y se incorporó en 2009», recordó Torres, que apuntó que la víctima se está recuperando bastante bien. Por último, agradeció el trabajo de la Guardia Civil y de la Policía Local, que en solo una semana han localizado y arrestado a los agresores.
