Ideas de Ibiza SL, la empresa propietaria del antiguo polvorín militar de Santa Gertrudis, emitió ayer un comunicado en el que afirma que nunca tuvo conocimiento de la existencia de piezas arqueológicas en el interior de este inmueble subterráneo, puesto que jamás se lo comunicó ni de palabra ni por escrito el Consell de Ibiza antes de la venta, que tuvo lugar a principios de este año.

«No es cierto que en el momento de la compra, ni la entidad Ideas de Ibiza SL ni cualquiera de los otros posibles licitadores, tuviera conocimiento del hecho de la ocupación de dos de los túneles por parte de cualquier administración o institución pública, puesto que ni en los pliegos de condiciones ni en la documentación técnica que sirvió de base a la licitación se hacía constar dicha circunstancia», señala esta empresa. Incluso, en la escritura de compraventa no se hacía «reserva ni mención alguna a que parte de los inmuebles se encontrasen cedidos a terceros».

Ideas de Ibiza SL solo tuvo conocimiento de esta situación «a los pocos días de realizada la compra, cuando se recibió primero una llamada telefónica y posteriormente un e-mail del departamento de Cultura del Consell de fecha de 6 de febrero», indicando esta circunstancia. En concreto, la conselleria habría advertido entonces sobre «los almacenes que guardan los materiales arqueológicos, cuyas puertas están reforzadas y con llaves propias, ahora en poder del Museo Arqueológico».

Ante esta situación, el 4 de marzo los propietarios presentaron un escrito ante el Consell instándole a «la solución del problema y a que en el plazo de quince días dejasen libres y expeditos, y a disposición de la propiedad, la totalidad de los inmuebles vendidos, así como que se procediera a comunicar en su caso a la dirección general de Cultura del Govern el hecho de la transmisión para que se dejasen libres los inmuebles ocupados».

Personas «respetuosas»

Los propietarios, que se proclaman como «personas absolutamente comprometidas con el mundo de la cultura y el arte», señalan que no pondrán «ningún obstáculo a los gestores de dicho patrimonio arqueológico» para que puedan acceder al interior de estas instalaciones y recuerdan que, de hecho, ya han colaborado hasta la fecha con el personal del Museo Arqueológico para estos fines.

El polvorín que acoge estos restos acogió este verano una macrofiesta que fue denunciada y sancionada por el Ayuntamiento de Santa Eulària.