­«Si ves a una mujer sola por la calle, déjala tranquila» o «si eres incapaz de controlar tus impulsos de gritar o silbar a una mujer, quédate en casa» fueron algunos de los mensajes que lanzaron las participantes de la performance que tuvo lugar durante la concentración contra la violencia de género celebrada ayer por la tarde en el Paseo de Vara de Rey y organizada por la Associació Dones Progressistes. Su presidenta, Beatriz Torreblanca, fue la encargada de leer el manifiesto de esta novena convocatoria, en la que la asociación insistió en que no se acabará con esta lacra hasta que la igualdad entre hombres y mujeres «sea una realidad».

Con motivo del Día internacional contra la violencia hacia la mujer, la asociación quiso recordar a las 46 víctimas en lo que va de año colocando en el centro del paseo 46 velas y 46 figuras de cartón con la forma del símbolo de inocente. En cada una de estas representaciones aparecía la fecha de la muerte de estas mujeres, la edad y en alguna de ellas también el nombre. También se colocó una pancarta con un mensaje claro: «No a la violencia de género».

Un año más, en esta concentración colaboró también la compañía Xiringuito Teatre, encargada de un taller sobre la violencia y las agresiones sexuales que comenzó en octubre. Sus siete participantes mostraron el resultado de este trabajo a través de una representación teatral centrada en las agresiones sexuales y en la reivindicación de que «el espacio público también es de las mujeres». «Una mujer no tiene que tener miedo a la calle, a la soledad ni a la noche y tampoco nos pueden educar para tenerlo», expresó Mariví Mengual, una de las siete protagonistas de este mini teatro antes de su actuación.

En la actuación llevada a cabo en el paseo de Vara de Rey, cerca del medio centenar de asistentes contemplaron la recreación del patio de un colegio, donde los niños, que ocupan todo el espacio, increpan a las niñas subiéndoles la falda para que se mantengan a un lado.

Otra de las escenas representadas fue la denuncia de una mujer en una comisaría. Los policías le preguntan qué llevaba vestido, si estaba sola en un descampado, si de verdad quería interponer la denuncia y que no se enterasen los medios de comunicación de lo ocurrido. Todas estas cuestiones hacían que la víctima se alejase de ellos. Para terminar, el grupo optó por una escena en tono de humor: una sesión de defensa personal contra el machista donde se enseña a las alumnas a dar patadas en los miembros genitales del agresor. «Igual que sí quiere decir sí, no significa no», concluyó esta iniciativa dirigida por Oihane Espúñez y Beatriz De Astorza, de Xinringuito Teatre.

A continuación, la presidenta de la Associació de Dones Progressistes criticó que las mujeres son educadas «como Caperucitas»: «Somos prevenidas para ir por el camino seguro; seguro pero delimitado y constreñido, una prevención que no permite la libre circulación y el disfrute del espacio público, la calle y la noche en igualdad de condiciones que los hombres ¿Y quién se ocupa de educar a los hombres para no ser el lobo feroz», apuntó Torreblanca. Asimismo, subrayó que la crisis económica impide que la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género se despliegue en su totalidad. «La Igualdad ha dejado de ser una prioridad en la agenda política, pero es que debido a la falta de conciencia de género, debido a la asfixia de las hipotecas, del desempleo [...], también ha dejado de ser una prioridad en nuestra agenda personal», manifestó Torreblanca, que añadió que se necesita «voluntad política, conciencia social, compromiso personal y recursos para derrocar al al machismo».