Balears cuenta con entre 20.000 y 40.000 personas afectadas por fibromialgia, explicó el conseller de Salud, Martí Sansaloni, en la primera Jornada de Actualización en Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica, celebrada ayer en el Hospital Universitario Son Espases.

Además, Sansaloni detalló que la prevalencia de la enfermedad oscila entre un 2 y un 4 por ciento de la población. «La fibromialgia es un trastorno que causa fatiga y dolores musculares por todo el cuerpo, que tiene un origen desconocido y es difícil de detectar y de explicar mediante las pruebas complementarias», señaló el conseller de Salud del Govern.

Por esta razón, se ha creado una agenda unificada para elaborar estrategias específicas e individualizadas de tratamiento en la Unidad del Dolor del Hospital Universitario Son Espases, donde se atienden a 80 pacientes cada mes.

Los síntomas

La Jornada de Actualización en Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica está dirigida a profesionales sanitarios de Atención Primaria, medicina interna, reumatología, unidades del dolor y asociaciones de pacientes. El objetivo es sensibilizar a la población sobre las dificultades que genera esta enfermedad y organizar y disponer la atención a los pacientes en todos los estamentos sanitarios.

Los síntomas de la enfermedad son: dificultad para dormir, rigidez por la mañana, dolores de cabeza, periodos menstruales dolorosos, sensación de hormigueo o adormecimiento de las manos y de los pies, falta de memoria o dificultad para concentrarse.

Además, la fibromialgia supone un problema social y sanitario porque es una enfermedad de la que se desconoce su procedencia, no existe un tratamiento curativo y genera cierta incomprensión hacia el paciente de las personas de su entorno.

Los efectos que se derivan del cansancio y del dolor son la reducción de las relaciones sociales, familiares, de pareja y laborales. Además, el sentimiento de incomprensión suele llevar a un cierto aislamiento del paciente.

Por todo ello, la Conselleria de Salut quiere iniciar un trabajo de concienciación y conocimiento de la enfermedad y liderar un intento de organización para la correcta atención de los pacientes.

Tratamientos

Hasta ahora, los tratamientos que se aplican son paliativos y los síntomas se combaten con tratamiento farmacológico. De esta manera, se intenta aliviar el dolor mediante técnicas de infiltración y perfusión de lidocaína endovenosa, un anestésico local que actúa como analgésico.

También se realiza una terapia cognitivo-conductual que, con la ayuda de un psicólogo, pretende mejorar la calidad de vida de estos pacientes.