­El técnico en apicultura y profesor de la Universitat de Barcelona Jaume Cambra explicó el pasado viernes en el Club Diario de Ibiza, las distintas técnicas y métodos para el manejo y mejora de la producción de colmenas y de miel. El especialista fue presentado por Antoni Escandell, presidente de la Asociación de Apicultores de Ibiza.

La charla tuvo un carácter eminentemente divulgativo con el claro objetivo de enseñar a los apicultores ibicencos las distintas formas que se pueden aplicar para aumentar la reproducción de las abejas y mejorar la calidad de la miel. El ponente destacó la importancia de las abejas como indicador de la biodiversidad y explicó los motivos por los que se está produciendo en España una reducción del número de abejas.

Jaume Cambra enumeró las técnicas para realizar la multiplicación de abejas y para que sus resultados sean óptimos. El segundo aspecto, más complejo, versó sobre cómo mejorar las producciones de la miel.

Al margen del método que el apicultor vaya a utilizar para multiplicar las abejas, Cambra destacó el principio básico que es el de «imitar los enjambres naturales» ya que cuando estos se producen en la naturaleza son el resultado de «una mezcla de abejas viejas y jóvenes», con su correspondiente reina. Estos enjambres se muestran muy activos desde el principio, por lo que «el sistema de particiones o divisiones de los núcleos, que son pequeñas colonias de abejas que se utilizan por los apicultores generan, a veces, descompensaciones entre el número de abejas exploradoras y jóvenes, por lo que resulta más costoso que salgan adelante», aseguró.

Jaume Cambra también incidió sobre el aspecto genético y señaló que los métodos de multiplicación artificiales deben seguir la enseñanza de la naturaleza por lo que es importante que las colonias estén formadas por ejemplares jóvenes y maduros para evitar bajas y asegurar el vigor de las colonias. Contar con reinas nuevas es muy importante ya que son más resistentes, de la misma forma que es mejor que se crucen con varios zánganos para garantizar así la diversidad genética. Uno de los problemas que puede generar la reproducción artificial de abejas es la consanguinidad, «lo que puede generar consecuencias negativas», indicó el experto.

Respecto a la calidad de la miel, Cambra apuntó como elementos determinantes «la abundancia de néctar y que las colonias sean grandes».

Señaló que la mano del apicultor «es determinante» además del estado de la cera de los panales que se encuentran en las partes altas de las colmenas: «Si la cera es vieja y negra desprenderá olores y generará componentes que bajarán la calidad de la miel».

Jaume Cambra también planteó la hipótesis de que en caso de que las abejas desaparecieran, antes habrían tenido que hacerlo otros insectos «y eso se está viendo, ahora, en el planeta ya que están disminuyendo». Lo más grave es que la mortalidad de las abejas genera la pérdida de diversidad genética «y esto es letal». Como ejemplo expuso el caso de la varroa, un ácaro que en los años noventa produjo una gran mortandad y redujo la diversidad genética, «lo que ya es irrecuperable». Cambra también confirmó que las fumigaciones como las que se han realizado en Ibiza para combatir la procesionaria del pino son desaconsejables: «Este producto afecta a las fases larvarias y frena la capacidad de las larvas para fabricar su piel, si en Ibiza hiciera frío las fumigaciones tendrían poco impacto pero como el clima es templado sí que afecta, ya que las abejas salen a buscar néctar; es como una muerte lenta».