«En la entrada hemos situado los estands de captación de socios y de voluntarios, los dos pilares de Cruz Roja», explica María Guerrero, la responsable del voluntariado de esta entidad, que ayer celebró en el Recinto Ferial la primera jornada de puertas abiertas en la isla con motivo de la celebración del 140 aniversario en Balears y de los 150 años de existencia en España.

A pesar de esta dilatada experiencia, que le ha otorgado un gran peso en la sociedad, Herrera, vinculada a Cruz Roja desde hace ocho años, considera que era un buen momento «para lanzarse a la calle y acercarse a la gente». «Todo el mundo reconoce nuestro símbolo y sabe quiénes somos, pero lo que no se conoce tan bien es lo que tenemos. Esta jornada de puertas abiertas sirve para acercarse a la gente», señala la responsable del programa de voluntariado.

Para formar parte de este colectivo no se requiere formación específica, basta con tener más de 16 años y un «corazón de Cruz Roja». Pablo Valera, miembro de Cruz Roja desde 1999, es el encargado de atender a los interesados en ser voluntarios. Primero, muestra los programas de actuación para que cada persona pueda elegir en función de su perfil o preferencias. Para completar el proceso, basta con rellenar un formulario o llamar al teléfono 971390303.

Aparte de los puestos de captación de socios y de voluntarios, en el Recinto Ferial había seis más dedicados a los planes de Formación, Empleo, Medio Ambiente, Intervención en socorros y Emergencias, Cruz Roja Juventud e Intervención e inclusión social. La jornada se completa con la carpa de historia de la entidad, «la preferida de los socios», según su presidente, Enrique Climent. «Estas jornadas sirven para que la gente vea qué es lo que tenemos y cuáles son nuestras necesidades», cuenta Climent, antes de entrar con la consellera de Bienestar Social, Mercedes Prats, a esta instalación dedicada a la historia de Cruz Roja, decorada con placas de reconocimiento a la entidad, uniformes, libros y con fotografías de todos sus expresidentes, desde Marià Palerm Tur a Rafael García Vila, quien acudió al Recinto Ferial por la mañana, igual que la alcaldesa de Vila, Virginia Marí.

El puesto dedicado a la historia de Cruz Roja le trae muchos recuerdos a Jaume Riera, uno de los miembros más veteranos. Él comenzó a colaborar en el año 1976, cuando prestaba el Servicio Militar. Dice que con el paso de los años la situación ha cambiado, ya que antes se limitaban a la asistencia sanitaria. A la memoria le vienen los servicios que hacía con la ambulancia el 25 de diciembre. «El día de Navidad recogíamos a los ingresados en el hospital para que pudieran comer en sus casas. A lo mejor a nosotros no nos daba tiempo a juntarnos con nuestra familia, pero valía la pena por ellos», asegura Riera, vecino de Santa Eulària.

Esta jornada de puertas abiertas, que se desarrolló de 10 a 21 horas, se completó con cuentacuentos, talleres, conciertos, espectáculos de baile y con la exposición de los vehículos de los que dispone la entidad como una lancha y una ambulancia. Además, estaba previsto un simulacro de emergencia.