La «destacada trayectoria personal y empresarial» de Alonso Marí Calbet (1940), propietario y presidente del conglomerado de empresas que lleva su nombre, le ha valido el reconocimiento de la Cámara de Comercio de Ibiza y Formentera, que el próximo miércoles le entregará su Mención Honorífica dentro de la gala anual de los Premios Posidonia. Marí Calbet, que se reconoce como «hombre hecho a sí mismo», ha apostado en los últimos años por la excelencia en el sector turístico. Habla con ilusión de la transformación del Club Tarida Beach en un resort de superlujo. Cuando concluya la reforma, será el propietario de ocho hoteles de los cuales cinco tienen la máxima categoría.

Sus numerosas aventuras empresariales no son el único mérito valorado por la Cámara de Comercio. Marí Calbet fue impulsor de la Pyme en Ibiza y recuerda cómo «cuando aún vivía Franco y no existía la ley de asociaciones» daba clases a distintos gremios profesionales. Ha sido también presidente de la Asociación de Agencias de Viajes, del Fomento del Turismo, fiscal comarcal sustituto, diputado en el Parlament balear, conseller insular y senador, entre otras cosas.

En su haber cuenta ya con la Medalla de Oro de Fomento del Turismo y con la Medalla de Plata al Mérito Turístico, que concede el Gobierno español.

Alonso Marí Calbet comenzó a estudiar Derecho en Valencia en 1957 y concluyó su carrera en Barcelona cinco años más tarde. Durante un año estuvo en Madrid preparando oposiciones para la Abogacía del Estado. «Uno de mis profesores estaba empeñado, pero en realidad yo no tenía mucho interés. Siempre quise ser empresario y había solo 15 plazas para 700 aspirantes, así que lo dejé», explica. Volvió a Ibiza con 23 años y abrió su propio despacho, situado en el Passeig de Vara de Rey.

Fueron apenas un par de años. Enseguida los negocios le absorbieron, pero sigue siendo el colegiado número 440 de Balears.

Años más tarde, cuando ya no ejercía como letrado, el presidente de la Audiencia Provincial le pidió por favor que sustituyera al fiscal comarcal.

Aceptó el reto y «durante cinco o seis años» dedicó el mes de agosto a hacer de fiscal mientras el titular disfrutaba de sus vacaciones. «No tenía manías. Iba en manga corta y sin corbata y cuando tenía que entrar en la sala me ponía la toga corriendo», confiesa. Recuerda, con sonrisa pícara, una anécdota con el juez Siro García, que luego acabaría siendo presidente de la Audiencia Nacional: «Un día me llamó la atención dentro de la sala. Dijo que sugería al Ministerio Fiscal que en las vistas se vistiera adecuadamente y le recordé que yo estaba allí por hacer un favor».

Marí Calbet explica que su padre tenía tiendas de tejido y confección. Su hermano era médico y se había marchado al Congo, así que a él le tocaba heredar los negocios familiares, pero tenía otras inquietudes y renunció a hacerlo para «empezar de cero» y seguir su propio plan, que en Ibiza y en los años 60 no podía sino estar vinculado al turismo.

Comenzó, cuando aún ejercía de abogado, abriendo una inmobiliaria y una agencia de viajes receptiva para atender a turoperadores centroeuropeos. Poco después, en 1964, inició la construcción de su primer hotel, el Es Canar Playa, con Abel Matutes y Juanito Riquer como socios. Aquel dos estrellas se vendió años más tarde y ahora forma parte del Club Punta Arabí. Después vinieron el Imperio Playa, el Formentera Playa, el Playa Migjorn, el Club Maryland, el hotel Cala San Vicente, el Aparthotel Nereida y los clubes Tarida Beach y Tarida Playa.

En los 90 Alonso Marí adquiere el 30 por ciento del capital social del turoperador Going y crea los clubes Going One. Da el salto a Mallorca, donde se hace con dos hoteles y comienza a deshacerse de los alojamientos de menor categoría y sin posiblidades de ampliación en mejora.

Había decidio ya buscar la excelencia y con el siglo nuevo se construyeron dos hoteles de cinco estrellas en Menorca. En 2006 quiso ofrecer el mismo lujo en Ibiza e inauguró el Insotel Fenicia de Santa Eulària.

A día de hoy su grupo empresarial ha reducido a ocho los hoteles que explota, pero cinco de ellos son cinco estrellas. El Grupo de Empresas Alonso Marí ofrece cerca de 8.000 camas y 2.500 habitaciones en Balears, esta presente en las cuatro islas y da empleo a 2.000 personas en temporada alta.

Además, ha invertido más de 100 millones de dólares en México, puesto que planea ampliar su actividad e instalarse en Cancún. Además de la gestión hotelera, el grupo es propietario de la naviera Trasmapi , de la mitad del residencial Montecarlos, de un varadero, de las concesiones administrativas de los puertos deportivos Marina Ibiza y el Pantalán de la Cuarentena (Palma) y participa en el transporte discrecional de viajeros por carretera gracias a sus acciones en Ibizatours & Islandtours.

Cuenta que «aunque no era un terrorista» siempre fue «antifranquista y demócrata». Se considera de centro y liberal, pero reconoce que sus amistades siempre fueron de izquierdas y que era «uno de los promotores de las reuniones que se llevaban a cabo en la casa del cura de Sant Mateu». Antes de que se aprobara la Constitución, en 1976 se convirtió en vicepresidente de la Asamblea de Partidos Políticos de Ibiza y Formentera, en la que estaban representadas todas las formaciones, «desde Alianza Popular hasta los comunistas».

Acudió como representante de Ibiza a la Asamblea Nacional que se celebraba en el Hotel Eurobuilding de Madrid. Explica que estaban «rodeados de grises» y que los delegados debían levantarse e identificarse según la procedencia territorial. Su buen amigo Félix Pons se presentó como el representante de Balears y Marí saltó: «Tú eres de Palma y yo de Ibiza», con lo que se inició un rifirafe que atajó la mesa presidencial con un «los de Baleares, siéntense y póngase de acuerdo».

Posteriormente fundó junto a Antonio Garrigues el Partido Demócrata Liberal y en 1983 se convirtió en diputado autonómico. «No había mayoría: AP tenía 19 diputados y el PSOE otros 19. Los liberales pactamos con Gerónimo Albertí, de UM, que era un caballero, no como los que vinieron después. Nos convertimos en partido bisagra», relata. Añade que aquella formación centrista fue la responsable en buena parte de la protección inicial de ses Salines.

En 1986 se convirtió en senador dentro de la Coalición Popular de la que inicialmente formaban parate AP, el Partido Demócrata Popular y el Partido Liberal, del que Marí formaba parte.

Aunque a regañadientes,porque quería centrarse en sus negocios, aceptó concurrir de nuevo y volvió a convertirse en senador entre 1989 y 1993, cuando se retiró de la política. De su época en el Senado destaca que «no era como ahora, no había corrupción». «La gente estaba allí por ideología y movida por el interés general. En ocho años no recuerdo que hubiera corrupción de ningún tipo, queríamos ayudar a la democracia. Y había amistad, no insultos como ahora. Fue una época muy limpia».

Alonso Marí es hermano de Antonio Marí Calbet, presidente del Consell Insular de Ibiza y Formentera por el PP entre 1987 y 1999. «Él era más de derechas y yo de centro, pero seguíamos siendo hermanos. Tampoco las ideologías eran tan diferentes», indica para demostrar que la política nunca fue causa de desavenencias familiares. «Mi hermano y yo nos queremos mucho. Primero las personas y después, las idelologías», concluye.

Confiesa que, cuando le sugirieron que entrara en política, suhermano le pidió consejo. «Eres un médico eminente, ¿qué pintas tú en política?

Tú sabrás, pero me parece una tontería», le dijo. «No me hizo ni caso, y luego le encantó la política. Mi hermano ha sido un buen presidente para las Pitiusas. Nunca tenía déficit, nunca ha pedido un crédito y cuando venían los mallorquines le decía a Bartolo Planells, el conseller de Hacienda, ´como pagues alguna factura de algún restaurante te mato´», explica con orgullo fraternal.