Hacer frente a Halloween aduciendo que es una fiesta anglosajona sin tradición en nuestro país es una batalla perdida. «Hace diez años la fiesta apenas tenía presencia en el centro pero ahora es raro el alumno que no está invitado a una fiesta de Halloween», explica Cristina Roldán, jefa de estudios del colegio público Can Cantó de Vila, donde intentan equilibrar estas nuevas propuestas con las tradiciones ibicencas como la Trencada de Pinyons.

Los alumnos demuestran conocer bien las dos celebraciones, como es el caso de Xiulin Fu, de nueve años y alumno de 4º de Primaria, que muestra un buen puñado de castañas para participar en la trencada. «Yo no me disfrazo en Halloween, me quedo en casa porque los viernes no tengo básquet y puedo ver la tele», explica con una gran sonrisa. Eso sí, matiza que el día que pueda disfrazarse de Halloween irá «de momia» y añade que es una tradición que tiene su origen en Irlanda. «Los irlandeses celebran esta fiesta para espantar a los fantasmas», afirma. Su amigo Adrián Gascón, de ocho años y alumno también de 4º, explica, por su parte, que la trencada es «una fiesta típica de Ibiza que se celebra en otoño, el mismo día que Halloween, en la que se comen frutos secos». Adrián tampoco se va a disfrazar aunque está invitado a una fiesta de Halloween.

Los que sí han acudido vestidos para la ocasión son los más pequeños del colegio, que atienden a las explicaciones sobre las tradiciones ibicencas que les ofrece una mamá disfrazada de simpática castañera. Después de comer castañas, piñones, pistachos, cacahuetes, nueces y cantar canciones, los alumnos del centro entran en el colegio donde les espera una fiesta de Halloween. Zombies, brujas, calabazas, esqueletos y demonios se congregan en torno a la pócima mágica que cada año elaboran los alumnos de 6º de Primaria y que responde a una fórmula secreta que nadie quiere revelar, aunque se comenta que es una infusión de pelos de gato, orejas de conejo, cáscara de manzana podrida y un poquito de perejil.

Can Cantó fue uno de los muchos centros de la isla que celebraron fiestas de Halloween ayer, una iniciativa a la que se sumaron también asociaciones como Els molins de Puig d´en Valls, que organizó un taller de collares de chucherías en el centro polivalente.