La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma ha condenado a cinco personas a 77 años de cárcel por los delitos de detención ilegal, lesiones y salud pública en un robo muy violento ocurrido en la madrugada del 4 de septiembre de 2012 en un robo muy violento en un chalé situado en una zona aislada de es Cubells.

Los acusados son cuatro jóvenes españoles y un marroquí. Las penas para cada uno son de entre 14 y 18 años. Además, deberán indemnizar conjunta y solidariamente a las víctimas con más de 94.000 euros por las lesiones y secuelas causadas y no podrán acercarse a menos de 100 metros de su dolicilio o el lugar en el que se encuentren.

La sentencia no es firme, ya que contra ella cabe recurso ante el Tribunal Supremo.

Según relataron las víctimas, entraron encapuchados en la casa a las tres de la madrugada, les maniataron con bridas y al hombre, que algunos procesados aseguran que era su camello, le propinaron una brutal paliza. Incluso, llegaron a meterle una pistola de fogueo en la boca y dispararon, aunque el cargador no tenía balas.

Según sostienen las acusaciones, estos cinco individuos entraron en el chalé sobre las tres de la madrugada. Llevaban una bolsa con bridas, una porra extensible y el arma. «Rompieron la cristalera con una pistola y dijeron que eran la Guardia Civil», recordó la víctima, atemorizada, por videoconferencia. «Mi novio me dijo poco antes que los perros ladraban mucho. Cuando me di cuenta de lo que pasaba me puse muy nerviosa», añadió.

Patadas, puñetazos y porrazos

Uno de los asaltantes cogió una escopeta de perdigones, que estaba en una habitación, apoyada contra una pared, mientras el otro empuñaba en tono amenazante la pistola de fogueo de 9 milímetros. Según relata la fiscal, P. J. M. S. golpeó al hombre con la culata mientras que sus supuestos compinches G. G. R., O.M. L. y N. A. G. comenzaron a darle patadas y puñetazos y a golpearle con una porra extensible. El quinto hombre, el magrebí D. Z., no participó pero tampoco hizo nada para impedir la agresión, según las acusaciones.

Algunos de los encausados se llevaron a la mujer a otra habitación, donde la ataron de pies y manos con las bridas y la amordazaron. «No se te ocurra denunciar», le dijeron, mientras empezaban a buscar objetos de valor en el chalé.

En otra estancia N. A. G. sacó las balas del cargador de la pistola y encañonó al hombre, al que acusaron de engañarles al venderles droga de baja calidad: «Entrégame el dinero o te mato [en referencia a una supuesta deuda]». También amenazaron con cortarle varios dedos y con violar a su novia. Después, le golpearon con la escopeta de perdigones y uno de ellos llegó a meterle la pistola en la boca y disparó, pero sin munición.

Antes de irse robaron un ordenador, dos teléfonos marca iPhone, varios relojes, cinco kilos de perlas de diferentes tamaños, 300 gramos de plata, 1.750 euros en efectivo y diversos objetos más.

En el registro posterior en el piso en el que residían dos de los acusados la Guardia Civil encontró 87 gramos de cocaína, 154 gramos de sustancia para cortar la droga e instrumentos y útiles para su preparación para la venta.

Como consecuencia de la agresión, el hombre fue atendido en Can Misses de numerosas lesiones. Sufrió hemorragias y le aplicaron 17 puntos de sutura en una de las heridas. Además, le quedan cicatrices como secuela. Su novia también requirió atención médica y padece todavía problemas de estrés y de ansiedad. La pareja abandonó la isla por miedo.