Con un año de retraso, el proyecto consensuado y las obras iniciadas, una nueva reunión celebrada ayer en Can Botino ha volteado de nuevo la reforma integral del puerto de Ibiza. Después de casi dos horas y media de diálogo, el Ayuntamiento, la oposición, la Autoridad Portuaria (APB) y el Colegio de Arquitectos han logrado llegar a una suerte de «consenso a medias», como lo definió uno de los presentes, para seguir con las obras pero limitarlas este invierno al espacio entre el Muro y el Obelisco, donde se encuentra la vieja estación marítima. ¿Por qué? Hay que esperar a que la APB presente un proyecto para construir un aparcamiento bajo el Martillo, descartado hasta ahora, y un plan de usos de todo el espacio portuario. Se ha comprometido a hacerlo en breve, «en tres o cuatro semanas o antes de final de año», explicó la concejala Lina Sansano, presente en este encuentro junto a la alcaldesa y otros concejales y portavoz municipal para este asunto.

La reunión, en la que sólo faltaba el Consell, a quien a partir de ahora convocarán e informarán sobre cualquier movimiento, se pactó en la comisión de Urbanismo de Vila del pasado viernes. Y aunque empezó «tensa», relataron varios de los presentes, acabó en un ambiente «constructivo». A ello contribuyó, al parecer, el espíritu colaborador de los representantes de la APB: su director, Juan Carlos Plaza, y Antonio Ginard, jefe del departamento de infraestructuras.

Las obras, este año solo la mitad

En síntesis, se ha acordado seguir con las obras pero pararlas este invierno en el Martillo y esperar a que la APB presente el proyecto de parking subterráneo y el plan de usos, que ya tienen perfilado. Además, la APB se compromete a estudiar y modificar detalles del proyecto, como el mobiliario (las pérgolas, por ejemplo), y se analizará, a propuesta de los arquitectos, crear una comisión mixta compuesta por los técnicos del Pepri de Vila y de Patrimonio del Consell.

La idea, según todas las partes, es modificar un proyecto que ya dejó perfilado el PSOE-Pacte y que posteriormente retocaron y consensuaron otra vez las administraciones del PP junto a la APB. Entonces, se descartó el parking bajo el Martillo para evitar el tráfico dentro del puerto y la ciudad y porque, visualmente, al tener que levantar el nivel del muelle en 1,70 metros, era demasiado impactante. Ahora, se estudia que la elevación sea únicamente de entre 90 centímetros y un metro, suficiente, coinciden ahora los técnicos, para no tener que excavar demasiado para habilitar alrededor de 180 plazas.

El PSOE-Pacte pone matices al aparcamiento subterráneo: que solo haya plazas para los vecinos y una por embarcación de recreo. «No queremos que luego digan que cuesta mucho y que, para rentabilizarlo, hay que abrirlo a todo el mundo», advirtió su portavoz, la exalcaldesa Lurdes Costa.

Sansano, por su parte, explicó que nadie quería el aparcamiento en superficie y que por ese motivo se ha decidido estudiar «la posibilidad de uno subterráneo en el Martillo; ellos [la APB] inician las obras [de reforma del puerto] pero hasta el Martillo y mientras tanto tenemos que ir consensuando lo demás». En poco tiempo, añadió, «deben presentar un proyecto básico de lo que podría ser el parking y un plan de usos, una petición que les hemos reiterado».

Sansano recordó que había un plan de usos anterior cuya tramitación no se cerró y reconoció que un aparcamiento dentro de la Marina podría obligar a «retocar» el plan de movilidad municipal, que en esencia tiende a reducir en lo posible el tráfico dentro de la ciudad.

Además, explicó que durante el encuentro «se ha llegado a ir muy atrás en el proyecto, incluso a replantear el traslado de las barcas de Formentera» al muelle mercantil. «Todo se ha ido reconduciendo porque [los representantes de la APB] creo que eran conscientes de lo que se iban a encontrar y han venido con la intención de reconducir el tema».

El Colegio de Arquitectos

Por su parte, Pep Toni Roig, portavoz de la demarcación pitiusa del Colegio de Arquitectos, que acudió junto a Marc Tur, insistió en la reunión en la necesidad de que Patrimonio del Consell debe poder opinar sobre todo lo que se haga en el puerto. «Sobre si el límite [de la afectación de la zona patrimonio] o si el puerto queda dentro o fuera, seguimos defendiendo que los planos son claros y que hasta la línea de agua, el actual cantil, es de interés cultural. Todo debe pasar por las comisiones técnicas insulares competentes en patrimonio. La APB no tiene un plan especial de ordenación y por lo tanto [es competente] la comisión de Patrimonio del Consell Insular».

Roig lamentó que durante el encuentro se trató «muy poco este punto» y reiteró que la APB «debe tener muy en cuenta que el puerto está delante de zonas como la Marina y sa Penya y, sobre todo, de un Patrimonio de la Humanidad que debe poder aprovecharse».

Roig, que también es miembro de la ponencia técnica del Pepri, criticó que no fue hasta principios de octubre cuando esa ponencia pudo ver el proyecto de reforma, «pero con documentación muy parcial, y hay mucho que mirar y mejorar». «No queremos que se pare [la reforma], sino que se haga lo mejor posible», sentenció.

EPIC y el PREF

Toni Villalonga, concejal de EPIC, confirmó que las obras solo llegarán hasta el Martillo y que todas las prescripcions del Pepri, «se discutirán al final». «Estamos de acuerdo en el plan de usos y hemos recriminado a la APB que en tres años y medio no se ha reunido con la oposición hasta hoy [por ayer]. ¡Ya era hora!», exclamó.

Por último, Nacho Rodrigo, del PREF, valoró que la APB esté en disposición de revisar los detalles técnicos y, en cuanto al parking bajo el Martillo, recordó en su día lo descartaron por su impacto visual. «Ahora resulta que no, que se puede hacer mucho más bajo... En fin, no estamos en contra pero habrá que ver qué proponen», dijo.

Sobre las concesiones en marcha, como la de los mega yates, reconoció : «No hemos podido sacar un compromiso a la APB para que las paralice».