­Una mujer ha sido detenida en Ibiza como presunta integrante de una organización internacional dedicada a la explotación sexual de mujeres, que eran «trasladadas de una ciudad a otra» según la temporada para ejercer la prostitución bajo coacciones y que estaban en la isla durante los meses estivales, informaron ayer fuentes policiales.

Al parecer, la arrestada, de origen nigeriano, se dedicaba a recoger en el aeropuerto a las víctimas enviadas por esta organización y las llevaba a pisos que tenía alquilados en el barrio de ses Figueretes, donde las controlaba y eran obligadas a ejercer la prostitución.

La detención se produjo el pasado día 9, en el marco de una operación desarrollada principalmente en Madrid, pues la base de la red estaba en Leganés, pero tenía ramificaciones en otros puntos de España, como Ibiza, y que ha sido llevada a cabo por agentes de la brigada provincial de Extranjería y Fronteras pertenecientes a la Jefatura Superior de Policía Madrid y con la colaboración de agentes de Ibiza, Burgos, Málaga y Vizcaya.

En total, según la información facilitada ayer por el Cuerpo Nacional de Policía, se ha detenido a diez ciudadanos, la mayoría de origen nigeriano en Madrid (ocho), Burgos (uno) y Ibiza (uno), seis mujeres y cuatro hombres, cinco de los cuales han ingresado en prisión. Asimismo, se ha liberado a cuatro de las víctimas en Bilbao (dos), Burgos y Málaga.

La investigación se originó a raíz de otra operación contra una organización de origen nigeriano que se dedicaba también a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual llevada a cabo en junio. En ese caso, se arrestó a los máximos responsables de la red tanto de España como de Francia y fueron liberadas nueve mujeres.

Una de las detenidas era amiga de la cabecilla de la actual organización. A raíz de esa operación, esta red tomó diversas medidas de protección, pero con el paso de las semanas se fueron relajando.

Los agentes averiguaron que las mujeres eran engañadas en sus lugares de origen para venir a España y que una vez aquí, eran trasladadas a clubes de alterne o a pisos de diferentes provincias para que ejercieran la prostitución -evitaban que lo hicieran en la calle-, coaccionándolas de diferentes formas, como con la amenaza de practicar vudú contra ellas y sus familias.

«Los explotadores obligaban a ejercer la prostitución hasta poder subsanar el pago de la deuda contraída, que en ocasiones podía ascender a los 50.000 euros», señalaron las citadas fuentes en un comunicado.

Los miembros de la organización criminal internacional ofrecían a las mujeres mediante books fotográficos en las que aparecían semidesnudas y que enviaban a los dueños o responsables de los burdeles.

Además, en función de la temporada, las víctimas eran trasladadas de una ciudad a otra. «En los meses estivales eran llevadas a Ibiza y una vez finalizado el verano las trasladaban al norte de España», indicaron las mismas fuentes. Precisamente por eso, en el momento de llevar a cabo la operación no había ninguna víctima en la isla.

Los agentes realizaron diversos registros -ninguno en Ibiza- e intervinieron «valiosos documentos y efectos» que muestran la dependencia de las víctimas con sus explotadores. También hallaron documentación para regularizar las situaciones administrativas de las mujeres de forma fraudulenta, books eróticos de ellas, fotografías de sus familiares y dinero en efectivo.