­La Associació d´Inspectors d´Educació de Balears (Adide) recuerda a los centros educativos que desde el pasado 24 de septiembre pueden adaptar los proyectos lingüísticos a sus necesidades y recursos.

«La autonomía pedagógica de los centros permite que todos los proyectos lingüísticos, aprobados o no aprobados, puedan ser modificados de acuerdo con la comunidad educativa y en base a la normativa vigente», señala la asociación en un comunicado. Es decir, que colegios e institutos pueden volver a la Ley de Normalización Lingüística, al decreto de mínimos y a los programas plurilingües que estaban desarrollando antes de que Govern balear impusiera el TIL, que el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) ha suspendido ya en dos ocasiones desde el inicio del curso pasado.

De hecho, la mayoría de los centros educativos de Ibiza ya anunciaron la semana pasada que, en cuanto la conselleria o inspección les autorizara, reorganizarían los horarios para aplicar el trilingüismo de una forma que no perjudicara el aprendizaje de los alumnos.

Los inspectores piden al Govern balear que «entienda lo que hace mucho tiempo entiende toda la comunidad educativa: que los proyectos TIL y proyectos que incorporan una tercera lengua no son lo mismo». De la misma manera, recuerda a la conselleria que «todo el mundo» está de acuerdo en reforzar el aprendizaje de una tercera lengua, pero que esto debe estar «basado en razones pedagógicas» así como en el consenso y la voluntariedad de las comunidades educativas de los centros.

En este sentido, señala que los proyectos que ya estaban funcionando, como las Seccions Europees o los planes piloto plurilingües cumplían estos requisistos «mientras que el TIL se ha basado en la imposición y no en criterios científicos y pedagógicos». «Y esto es lo que tiene que cambiar de manera drástica», apunta el presidente de la asociación de inspectores, el ibicenco José Manuel Bar, que considera que hay que alcanzar un pacto por la enseñanza.

«Adide quiere hacer una llamada al sentido común, el diálogo y el consenso social, en vías de recuperar la normalidad que la educación y los centros educativos necesitan», añade.

La crítica | «Debían cumplir sí o sí con la normativa»

La Associació d´Inspectors d´Educació de Balears (Adide) explica que los informes emitidos por los inspectores durante el último curso se limitaban a determinar «si los proyectos lingüísticos de los centros cumplían estrictamente o no con la normativa ahora suspendida y con las instrucciones dictadas».

El presidente de la asociación, el ibicenco José Manuel Bar, señala que los centros «debían cumplir sí o sí» con la exigencia de que el número de horas en castellano y catalán fuera el mismo. «No se trataba de aprobar un proyecto con el que estuvieran conformes», señala la asociación, un criterio que considera «de dudosa legalidad», motivo por el que ha sido «objeto de recurso de casi todos los inspectores». La asociación critica, además, que durante todo este tiempo los centros hayan tenido que renunciar a la autonomía pedagógica para aplicar el TIL tal como imponía la conselleria balear de Educación.