El rector de la Universitat de les Illes Balears, Llorenç Huguet, defendió ayer en Ibiza el trilingüismo en las aulas, aunque insistió (como ya hizo la universidad el curso pasado) en que la conselleria balear de Educación debe realizar algunos cambios en su aplicación. Estos cambios, en los que el rector prefirió no abundar, deberían estar encaminados a lograr el consenso de la comunidad educativa y a favorecer el aprendizaje de los alumnos, lo que, señaló, requiere que los docentes estén lo suficientemente formados.

Huguet señaló que en estos momentos parece que el problema sea «de nomenclatura», ya que ahora todo el mundo habla de trilingüismo y no de TIL. «En septiembre ya hicimos un comunicado en el que defendíamos que el TIL debía aplicarse por consenso», insistió el rector de la UIB antes del acto de entrega de los diplomas a los alumnos que el curso pasado finalizaron sus estudios en la sede de Ibiza de la UIB. Además, el rector recordó que la propia Escuela Oficial de Idiomas «reconoció que el nivel B2 no es suficiente» para que un profesor pueda impartir clases de materias no lingüísticas en una lengua extranjera. Huguet insistió en la intención de la universidad de «colaborar» con la conselleria balear de Educación para «intentar una implantación mejor» del trilingüismo en las aulas y se comprometió a aumentar la oferta formativa para que los docentes puedan impartir esas clases.

Incremento de alumnos

El rector indicó que seguramente este curso se incremente el número de estudiantes en la sede universitaria de Ibiza. En estos momentos aún no ha acabado el periodo de matrícula, pero ya están inscritos 315 estudiantes, de manera que considera que se superarán los 341 del curso pasado. Además, defendió que los cuatro estudios de grado que se imparten en la sede de la antigua Comandancia (Derecho, Enfermería, ADE y Educación) son los que han comprobado que tienen más salida profesional en las Pitiusas. En este sentido, anunció la creación de un comité formado por expertos e instituciones de la isla que aconsejarán y propondrán a la UIB sobre la oferta formativa necesaria en Ibiza y Formentera, teniendo en cuenta las necesidades del mercado laboral.

Huguet matizó que la implantación de nuevos estudios no depende de la Universitat, sino del Consell de Ibiza y el Govern balear. A pesar de esto, de cara al futuro, le gustaría ofrecer en la sede ibicenca titulaciones relacionadas con la tecnología, la informática y el medio ambiente, apuntó el rector segundos antes de dirigirse a uno de los salones de actos de la UIB, donde el medio centenar de recién titulados aguardaban, vestidos de punta en blanco y acompañados de sus familias, para recibir sus diplomas.

Al acto asistieron el presidente del Consell de Ibiza, Vicent Serra, la alcaldesa de Ibiza, Virginia Marí, y la consellera de Cultura de Formentera, Sònia Cardona. Serra recordó a los estudiantes que «no hace tantos años» los ibicencos debían salir fuera de la isla para estudiar y, además, recalcó que el Consell de Ibiza «es el único que, con estas instalaciones, ha financiado una universidad». La alcaldesa de Ibiza también hizo hincapié en el «lujo» que supone para los ibicencos poder estudiar sin salir de la isla. «Los que vivimos la época en la que no teníamos ninguna opción sabemos lo que esto significa», apuntó Marí, que señaló a los estudiantes: «El conocimiento es poder, pero el poder sin sentimientos no sirve de nada. No dejéis nunca de luchar por vuestros sueños. Si lucháis por ellos conseguiréis lo que queráis».

Lección, la de los sueños, que la portavoz de los alumnos, Herminia Peña, graduada en Administración de Empresas, demostró en su discurso que tienen bien aprendida ya que, aseguró, ella y sus compañeros salen de la universidad con una vida llena de «expectativas». Peña confesó que a todos se les «escapa la sonrisa» cuando piensan en lo que han aprendido y cambiado durante sus años de estudio. Recordó el apoyo que se han prestado unos a otros, el afán de superación, los momentos vividos en los pasillos (en los que algunos incluso han encontrado el amor) y el esfuerzo para acabar sus estudios. La portavoz de los alumnos no se olvidó en su parlamento de las familias, de las parejas y de los profesores. De todos. De los pacientes, por ayudarles, y de los impacientes, por forzarles a superarse a sí mismos.