«¿Qué tengo que hacer para celebrar una vista oral después de presentar en noviembre de 2011 el escrito en representación de una de las acusaciones particulares, hace ahora ya casi tres años?», se preguntaba ayer el abogado Juan María Ormazábal, indignado por la tercera suspensión del juicio que sentará en el banquillo de los acusados a su compañero de profesión Andrés Tuells y el exdirigente socialista Roque López. «No nos han aportado ninguna explicación», añadió Ormazábal por la mañana a la puerta del edificio judicial de la avenida de Isidor Macabich de Vila, donde recordó que esta causa ha pasado ya por las manos de siete jueces, dos en la fase de instrucción y cinco en la de enjuiciamiento.

La vista se suspendió el 28 de abril, cuando Tuells solicitó la recusación de la juez a la que había correspondido dirimir el proceso después de la inhibición de las titulares de los dos juzgados penales de la isla, en ambos casos por motivos personales. El 1 de julio y ayer se volvió a suspender. En el último caso los representantes de las acusaciones particulares han recibido una nota escueta del juzgado de lo Penal 1 en la que no se detallan las causas de la suspensión. Más de una decena de testigos también han sido avisados de que deben comparecer el 27 ó el 28 de octubre a partir de las diez de la mañana, fecha en la que se ha señalado el juicio. Tampoco les explican los motivos del nuevo aplazamiento.

La denuncia se volvió en su contra

Tuells y López denunciaron en 2009 en el juzgado al primer instructor del caso Eivissa Centre, el magistrado José Espinosa, y a Ascensión Joaniquet, letrada de la mayoría de los cargos socialistas que estuvieron imputados en esa causa, por cohecho y una supuesta prevaricación. El tribunal no solo tumbó la querella y exculpó a Joaniquet y a Espinosa sino que además apreció indicios de la posible comisión de delitos de calumnia y denuncia falsa por parte de López y Tuells.

La fiscal Bárbara Moreno solicitó el 1 de julio en el juicio (antes de que se suspendiese) dos años de prisión para cada uno de los acusados, el pago de sendas multas de 32.400 euros y una indemnización como responsabilidad civil de 350.000 euros para el juez Espinosa y de 300.000 euros para Joaniquet. Las acusaciones particulares, representadas por Santiago Joaniquet, hermano de Ascensión, y por Juan María Ormazábal, elevan las cuantías.

«Es infundada, ofensiva y perturbadora [la petición de recusación de Tuells]», se recoge en el auto de la Audiencia Provincial del 9 de mayo, que desestima la solicitud de Tuells de recusar a la juez María del Carmen Bru, en la que le condenaron a pagar las costas del proceso y le impusieron una multa de mil euros, según recordó ayer Ormazábal.

«Los argumentos y las peticiones de Tuells son absurdas y no cumplen las leyes», añadió en la vista oral el letrado Santiago Joaniquet. Tuells sostuvo un duro enfrentamiento verbal con la juez, a la que acusó de prevaricación. La magistrada se vio obligada a cortar de raíz el debate jurídico en el que pretendía entrar Tuells. Bru llamó varias veces la atención al acusado, que subió y bajó del estrado tres veces, las mismas que se quitó y se puso la toga, puesto que se defendió a sí mismo y en el banquillo no podía estar vestido con la prenda que representa a la Abogacía. La situación que provocó el veterano letrado provocó estupor en el público, que abarrotó la sala. Entre los asistentes figuraban varios dirigentes socialistas, incluida la diputada Sofía Hernanz. A pesar de la tensión que se vivió, un hombre se quedó totalmente dormido en un banco.

Ahora, la encargada de juzgar a Tuells y Roque López será la magistrada May El Youssef, recientemente nombrada titular del juzgado de Instrucción 1 de Ibiza. Sustituye a Bru, que ha abandonado la isla.