­Los grupos de la oposición en el Parlament, PSOE y Més, criticaron ayer la «gran obsesión» del presidente Bauzá por mantener el TIL y denunciaron que la nueva consellera Riera seguirá a pies juntillas las directrices de Bauzá. La comunidad educativa que tanto ha criticado la gestión de Joana Maria Camps está satisfecha con su destitución pero tampoco ha brincado de alegría al conocer su salida del Govern, ya que se teme que el nombramiento de Núria Riera sea simplemente un cambio de cara pero no de rumbo en la política educativa de José Ramón Bauzá. Voces en el seno del PP como su secretario general en Balears, Miquel Vidal, confían en la nueva consellera para lograr el consenso «con quien haga falta» en la aplicación del trilingüismo.

Francina Armengol, portavoz socialista, aseguró ayer que Bauzá «quiere seguir manu militari imponiendo el TIL en contra de la comunidad educativa y de la legalidad vigente» y le pidió responsabilidad para arreglar «el desbarajuste que ha creado». Los socialistas reunieron ayer a la comunidad educativa para analizar la situación creada por el Ejecutivo autonómico. Fina Santiago (Més) aseveró: «La obsesión del TIL es de Bauzá, no de Camps». La diputada nacionalista recordó que Riera fue la que eliminó el requisito del catalán de la función pública. «Mientras no se paralice el TIL y se negocie con la comunidad educativa la introducción del inglés en las aulas, el conflicto perdurará independientemente del conseller o consellera de educación que haya», apostilló

El PP, en boca de Mabel Cabrer, indicó que «ayudarán al Govern y a la nueva consellera Riera a mantener el trilingüismo». El secretario general de Nuevas Generaciones, Pedro Álvarez, hizo un «reconocimiento» a la consellera cesante, Joana Maria Camps, y quiso transmitir «el coraje y fuerza» de su organización a Riera: «Va a necesitar nuestra ayuda y empuje para seguir defendiendo un proyecto tan ambicioso como es el trilingüismo», dijo, para recordar que desde NNGG han sido «los primeros» que lo reivindicaron.

También la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, se sumó desde Ibiza a los apoyos al TIL, que calificó de «iniciativa valiente» de Bauzá. En cuanto a la sentencia que lo deroga, Cifuentes matizó que se alude a «un defecto de forma» que confía que se solvente «sin perjudicar a los muchos niños y niñas que se están viendo beneficiados de un sistema que les permite educarse y conocer tres lenguas».

En tono más conciliador, el presidente del Consell de Ibiza, Vicent Serra, apeló «al diálogo» para salir del conflicto educativo.

En esta misma línea, Miquel Vidal espera que Riera se reúna «con quien haga falta» para alcanzar acuerdos. «Tenemos que conseguir que el TIL deje de considerarse un tema político, sino educativo, de futuro», abundó.

Vidal no echa «nada» en cara a la exconsellera Camps, aunque calificó de «gesto de responsabilidad» su cese.

Hay dos hechos que no generan precisamente mucha esperanza entre el sector educativo: que se mantenga en su puesto al resto del equipo de Educación y que fuera Riera quien el miércoles asegurara que el TIL continuaría con normalidad mientras los juristas insisten en que su aplicación es ilegal. Con todo, sindicatos y asociaciones de padres creen que hay que ser prudente y que no pierden nada por pedir a la nueva consellera «diálogo» y que «acate las decisiones judiciales».

La Assemblea de Docents pone sobre la mesa dos peticiones concretas para que Riera -de quien lamentan que tampoco sea del sector- empiece con buen pie: el cierre de los expedientes a los directores de Maó y que les convoque para seguir negociando. No se olvidan de Camps: «Esperamos reencontrarla en los juzgados, tanta negligencia no puede quedar impune».

CCOO consideró que el cambio en Educación no puede quedarse en un «lavado de cara» y pidió a Riera «un nuevo espíritu de negociación». Ya puestos pidieron también la marcha del equipo de Camps y la dimisión de Bauzá, al que consideran responsable de la situación creada. UGT tampoco cree que sea suficiente la destitución de Camps «ya que no ha sido la única ni máxima responsable del caos de la educación».

El sindicato STEI cargó con dureza contra Bauzá y le acusó de «populista y demagogo». Aseguró que el cambio de consellera es «una maniobra para alargar aún más el conflicto educativo». Biel Caldentey, secretario general del STEI, añadió sobre lo dicho por Bauzá: «No podemos sacar nada en claro en materia educativa».