Destituciones, recursos, sentencias, huelgas, manifestaciones, dimisiones. La aplicación del TIL se ha convertido en una carrera de obstáculos, en la que la vía judicial ha resultado ser el mejor campo de batalla posible para los contrarios al trilingüismo planteado por el PP, que se benefician de las múltiples fisuras jurídicas que se van detectando en toda la normativa referente al TIL. El TSJB tumbó ayer el decreto TIL que el entonces conseller Bosch aprobó en mayo de 2013, apenas una semana antes de ser fulminado por Bauzá y sustituido por el tándem Camps-Estarellas. El decreto apareció un mes antes de que acabara el curso y fue matizado después por unas instrucciones -ya suspendidas cautelarmente el año pasado y ahora definitivamente suspendidas- del secretario autonómico que enredaron aún más la aprobación de los proyectos TIL.

Todo el proceso se retrasó y se complicó e incluso se abrieron unos expedientes disciplinarios a tres directores de Maó que a día de hoy, más de un año después, siguen abiertos a la espera de que la cúpula de Educación se decida a cerrarlos ya que Inspección hace meses que concluyó la instrucción.

En junio de 2013 STEI-i, UGT y CCOO recurrieron el decreto TIL y los dos primeros sindicatos además solicitaron la suspensión cautelar del calendario de aplicación así como las instrucciones de Estarellas. El 6 de septiembre de 2013 el TSJB suspendió el calendario de aplicación al no haber pasado por los órganos preceptivos. En unas horas el Govern anunció un decreto ley de urgencia para poder aplicar el TIL y sortear así la sentencia judicial.