El seminario ‘Los amuletos egipcios en la vida y en la muerte’ concluyó el jueves con la presentación del libro ‘Amuletos de iconografía egipcia procedentes de Eivissa’, que firman María José López Grande, Francisca Velázquez, Jordi H. Fernández y Ana Mezquida y que ha editado el Museo Monográfico de Puig des Molins. El libro estudia un total de 704 amuletos encontrados en Ibiza, en un contexto funerario fenicio-púnico la mayoría, que están dispersos por diferentes museos y colecciones. Curiosamente, en una isla que se preciaba de que en su tierra no podían vivir serpientes, uno de los tipos de amuletos más abundante que se han encontrado es el que tiene la imagen de un ofidio.

-¿Cuáles son los amuletos más abundantes en Ibiza?

-Son muy abundantes las imágenes del ojo hucha, el ojo sagrado, y también la figura de una serpiente, una cobra erguida con la cabeza expandida. ¿Cuál es la función del amuleto de la serpiente? Posiblemente evitar el peligro de la serpiente, aunque también tiene connotaciones de la bondad de la tierra, está asociada a divinidades femeninas...

-¿Y el ojo?

-El ojo hucha, que representa el ojo del halcón, del dios Horus, aunque podría ser también el ojo de Ra, es un amuleto muy poderoso con una magia muy eficaz, es abundantísimo, hay cien piezas de Eivissa de materiales distintos: de plata, bronce, lapislázuli, fayenza, esteatita... y con diseños distintos. Es un amuleto que no ha perdido fuerza, muchas personas aún llevan un ojo sagrado colgado al cuello: un anticuario de Madrid me cuenta que los vende más que ningún otro modelo. Una familia gitana los compra periódicamente para los niños que han nacido.

-Qué curioso.

-En muchas culturas está asociado al mal de ojo, un ojo mágico te protege del mal que alguien te quiera causar. Esa familia lo usa para evitar el mal de ojo.

-El libro son 700 páginas resultado de cuatro años de trabajo. ¿Qué es lo que más le ha sorprendido?

-El hecho de que muchas de esas piezas estén fuera de Ibiza. Haciendo el libro hemos tenido que viajar a Barcelona, Valencia y otros lugares para ver y estudiar las piezas. Esa es una historia también muy bonita del patrimonio arqueológico ibicenco, que por distintos avatares está repartido. También ha sido sorprendente la diversidad tipológica de los amuletos, y comprobar la calidad de muchas de las piezas, lo idénticas que resultan a modelos egipcios, pero a la vez hay otras que son derivaciones de modelos originales, quizás porque se adaptan a los gustos y necesidades emocionarles de las gentes que los usaban.

-¿A qué se debe esa tremenda dispersión?

-A que desde principios del siglo XX hay gente que excava, de fuera de Ibiza, y estas pequeñas piezas no tenían mucho valor e iban pasando a colecciones privadas que han acabado en museos y se fueron dispersando. El Museo de Prehistoria de Valencia tiene un lote precioso de amuletos ibicencos púnicos y egipcios, por ejemplo.

-¿Quién hacía estos amuletos en la isla?

-No lo sabemos, es un tema de investigación que tenemos abierto, no sabemos ni siquiera si los hacían en Ibiza o en Cádiz o en Cerdeña. Tenía que haber talleres específicos donde se hacían estas piezas fuera de Egipto, seguramente en la zona occidental del Mediterráneo, pero no hemos encontrado los talleres. Sí hemos localizado piezas muy parecidas, por ejemplo en Cerdeña, y eso nos hace pensar que en este mundo del Mediterráneo occidental tiene que haber talleres, pero han debido de dejar una huella arqueológica muy leve. Los amuletos de fayenza pudieron estar asociados a talleres de alfarería... Estamos estudiando los materiales y las tipologías para ver las proximidades que hay con otros lugares del Mediterráneo occidental.