El Ayuntamiento informó ayer a mediodía de que la playa de Talamanca había retirado la bandera roja porque el agua ya era apta para el baño, según se desprendió de los análisis practicados por los técnicos de la institución. Una mancha producida por un vertido del emisario que apareció a 400 metros de la orilla obligó a prohibir el baño el viernes, aunque los vecinos ya habían advertido residuos y malos olores en el agua desde el martes por la tarde. En esta ocasión, la rotura, que se encontraba a una distancia de entre 500 y 700 metros desde la playa, tuvo su origen en el ancla de un barco, que se enganchó con el colector y lo arrastró varios metros, según explicó la conselleria de Medio Ambiente.

Precisamente, la Asociación de Vecinos de Talamanca ha denunciado en reiteradas ocasiones que este año las embarcaciones han «desbordado» la bahía, y han causado numerosos problemas porque no están sujetas a ningún control.

Por otra parte, aunque el Ayuntamiento confirmó la buena calidad del agua y colocó la bandera verde, una vecina se puso en contacto con este diario para informar de que había detectado manchas amarillentas en el mar, lo que Diario de Ibiza pudo constatar. El presidente de la Asociación de Vecinos de Talamanca, José Colomar, lamentó ayer las pérdidas que supone para los empresarios de la zona -«algunos de ellos, con una ocupación del 100%»- debido a que los veraneantes no han podido bañarse estos días: «Hay complejos que han hecho importantes inversiones este año», recordó Colomar. El empresario resaltó que «cuando hay manchas, las corrientes las arrastran prácticamente hasta la puerta de los establecimientos». «Aunque desde que se detectó el vertido se han seguido los protocolos establecidos rigurosamente, nos entristece mucho ver que la playa está vacía», concluyó.